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domingo, 20 de enero de 2013

EL Naufragio del Utopía

Capítulo 8




                                         EL NAUFRAGIO DEL UTOPIA


                 Apuntes tomados del DIARIO DE LA LINEA del 18 de marzo de 1891.

                                            HORRIBLE HECATOMBE

Con el ánimo contristado hasta el punto de sernos muy difícil de coordinar las ideas y resumir los datos y antecedentes recogidos en los sitios donde hemos tenido que acudir para tomar nota de las numerosas víctimas arrojadas a nuestras playas, así como de las dependencias oficiales, tanto de esta localidad como de la inmediata Plaza de Gibraltar que hemos visitado con el fin de poder dar a nuestros lectores una idea, siquiera no sea más que aproximada, de la catástrofe inmensa, de la desgracia terrible, que anoche ha tenido lugar en aquella bahía, empezamos la relación de los hechos que es seguro causará impresión dolorosísima a cuantos de ellos lleguen a tener noticias.

No hay memoria en los anales marítimos de estos contornos, de una hecatombe tan horrorosa como la ocurrida anoche, ni hay pluma que con fidelidad pueda reseñarla y menos en toda la magnitud que desgraciadamente ha alcanzado.

LOS PRIMEROS MOMENTOS 

En nuestro número de anoche anunciábamos ya que algo grave debía haber ocurrido en las aguas que nos cercan, puesto que el Hacho de Gibraltar había hecho disparos de alarma.

Eran poco más de las siete de la noche, uno de los buques de la escuadra inglesa surta en aquel puerto, hizo el primer disparo, haciendo otros los demás buques de guerra e inmediatamente el hacho hizo la señal de siniestro en la bahía.

Los buques de guerra enfocaron instantáneamente sus potentes luces eléctricas hacia el lugar de la hecatombe, que quedó perfectamente iluminado, pudiéndose contemplar así más fácilmente toda la horrorosa magnitud de aquella.

LA CATASTROFE

 Reinaba un viento huracanado de suroeste con mar brava y lloviendo sin cesar.

El vapor inglés UTOPIA con cargo general, en su mayor parte de naranjas, prunas y otras frutas y 841 pasajeros, procedente de Nápoles, debía haber llegado al puerto de Gibraltar el domingo para tomar carbón y víveres y continuar inmediatamente su viaje a Nueva York, lo que no le fue posible efectuar hasta anoche por consecuencia del retrazo que le ocasionó el fuerte temporal que ha reinado durante los días anteriores.

Encontrábase el UTOPIA al anochecer a la vista de Gibraltar y temiendo su capitán a la borrasca pensó buscar refugio en la bahía de Algeciras. Preguntó al maquinista, y este le expuso que solo llevaban de cinco a diez toneladas de carbón; que no era posible apagar los hornos y que en su consecuencia ni había medio de pasar la noche a la capa en alta mar, ni guarecerse en Algeciras porque hoy no podrían venir a Gibraltar.

En virtud de estos informes, y confiando el capitán en su pericia y práctica, toda vez que es de los que con más frecuencia visitan el puerto de Gibraltar, determinó pernoctar en él, próximo a uno de los almacenes de carbón de la casa consignataria, dirigiéndose, desde luego, hacia la bahía.

Entró en puerto el UTOPIA y el fondear encontróse muy próximo al Monitor Sueco PREJA.

Ya hemos dicho que la mar era dura y el viento huracanado. Esto hacia difícil la situación del buque y el capitán trató de ensanchar la distancia.

Hizo maniobras el vapor hacía atrás; pero en esta operación y según versión, al parecer del capitán del UTOPIA, debió perder algunas de sus amarras el buque contra-almirante de la escuadra inglesa ANSON y se fue sobre el costado del vapor mercante destrozándole con su poderoso espolón el fondo de la parte de popa.

Conmoción terrible y confusión espantosa a bordo del UTOPIA. A los cuatros minutos el vapor se había hundido de popa por completo.

El capitán apenas tuvo tiempo para tratar de favorecer a algunos pasajeros de primera, entre ellos a un joven matrimonio al cual procuró proporcionar unos salvavidas, más en aquel instante la popa se anegó y un golpe de mar se llevó al agua al matrimonio y a unos sesenta pasajeros de los que se encontraban sobre cubierta.

El capitán quedó sobre ella aterrorizado y conmovido; cruzóse de brazos dispuesto a ser una de las primeras víctimas de la catástrofe. En tal actitud, fue arrebatado de sobre la cubierta por un garfio que sobre él dirigió uno de los tripulantes de los botes que primeramente acudieron  al socorro de los náufragos, y que comprendió las intenciones de bravo marino, al cual salvó de una muerte segura.

La tripulación y el pasaje abalanzose a los palos y a las vergas, y los más intrépidos arrojáronse al mar, donde los más hallaron instantánea muerte, pues los menos fueron los que lograron salvarse.

En el momento de la desgracia, los buques de guerra enviaron sus botes de vapor y salvavidas en socorro de los desgraciados náufragos y lo mismo hicieron todos los demás buque surtos en el puerto que pudieron así efectuarlo.

La lancha a vapor de la Capitanía del puerto también salió para el sitio del siniestro a prestar sus auxilios; pero estos eran muy difíciles de prestar por el malísimo estado del mar, que ponía en grave riesgo a cuanto intentaban acercarse al UTOPIA.

Mientras tanto el vapor cada vez se hundía más y los ayes lastimeros de los náufragos, resonaban en el espacio, haciendo que el espectáculo fuera cada vez más tétrico e imposible de presenciar sin oprimir los más empedernidos corazones.

A la media hora, la proa del UTOPIA se había también sumergido y solo quedaban fuera del agua los dos palos mayores y la chimenea del vapor.

 El cuadro que entonces se ofrecía a la vista de los espectadores, no podía ser más desgarrador.

Cadáveres flotando sobre las aguas, náufragos luchando con la s embravecidas olas extenuados de fatiga y otros en gran número, en las últimas vergas del UTOPIA demandando socorro y suplicando ser salvados de la horrorosa muerte que les amenazaba.

Hiciéronse verdaderos prodigios de heroísmo por los bravos oficiales y marineros ingleses que acudieron al salvamento de los náufragos; pero aquellos no podían dar abasto a tantas victimas; ni el temporal les permitía acudir a todos los puntos donde los auxilios se hacían indispensables.

La mar batía despiadadamente a los infelices que creían poder salvar sus vidas estando como estaban asidos a las vergas, y con tal furia rompía las olas sobre ellos que a cada momento veíanse desprender desfallecido a aquellos desgraciados y caer en el abismo que a sus pies tenían para no volver a verlos más, o recogerlos más tarde ya cadáveres.

DESDE TIERRA

La población de Gibraltar púsose en masa en movimiento, dirigiéndose a las murallas para adquirir conocimiento de lo que ocurría. El espectáculo que contempló conmovió todos los ánimos; pues la catástrofe tenía lugar casi al pié de los muros de la plaza, próximo al Muelle Nuevo y sitio conocido por Ragged Staff.

Todo el vecindario sin distinción de clases ni categorías, así como las tropas de la guarnición sin hacer caso alguno de la copiosa lluvia que caía, no pensaron en otra cosa, que en ver los modos de coadyuvar  a la salvación de los náufragos acudiendo presurosos a los sitios donde más útiles consideraban sus servicios.

Las señoras en gran número también acudieron desde los primeros momentos a los diversos puntos por donde los náufragos eran desembarcados, para auxiliar denodadamente a las desgraciadas victimas, que lograban llegar a tierra.

Era por demás conmovedor el espectáculo que a cada instante se ofrecía en los diversos puntos de la playa y de los muelles por donde a cada instante eran recogidos o desembarcados los náufragos.

Extenuados de fatiga y aterrorizados por el suceso  porque acababan de ser sorprendidos, al verse en tierra volvíanse locos de dolor al pensar en la suerte  que habría cabido a sus hijos, esposas, maridos, padres o hermanos.

Los hombres dedicábanse a socorrer a los varones, las señoras a las hembras y niños, pues era tal el estado de todos ellos que algunos fallecieron después de arrebatados a las olas.

Inmediatamente organizáronse diferentes comisiones que se encargaron de buscar alimentos y ropas a las víctimas.

No se hicieron esperar tales auxilios; pues todas las familias rivalizaban en su afán por facilitarlos y de los almacenes de los diferentes cuerpos que guarnecen la Plaza, se enviaron también infinidad de mantas y prendas de abrigo que sin dilación fueron distribuidas entre los náufragos, los cuales, una vez entrados en reacción eran conducidos en coches a los hospitales y muchos de ellos a diversas casas particulares.

En tales operaciones pasose toda la noche, viniendo la luz del día a buscar más tétrico el resultado del tremendo siniestro ocurrido.

EL DÍA

¡Qué cuadro más horrible el presenciado al amanecer del día de hoy! La playa toda, desde Gibraltar hasta el punto del CACHON, fin del término de esta villa, sembrado de cadáveres. Hombres, mujeres y niños por doquier. No se ofrecía a la vista del espectador que seres humanos rígidos e inertes, que pocas horas antes constituían un mundo de ilusiones.

Las playas inundáronse de personas que al llegar a ellas retrocedían espantadas por la enormidad de la desgracia.

Créese con sobrado fundamento que lo mismo habrá ocurrido en toda la playa que circunda la extensa ensenada desde Gibraltar a Algeciras y el mar durante todo el día no cesa de arrojar cadáveres.

Nosotros no tenemos, hasta ahora, más datos que los que son posibles obtener en nuestra localidad en Gibraltar, los cuales no son aún definitivos ni los serán en unos días; pues no es posible tener de todo conocimiento exacto y preciso tratándose como se trata de una hecatombe que ha producido sobre ¡QUINIENTAS VICTIMAS!

EN LA LÍNEA

Desde anoche había aquí la natural ansiedad por conocer lo que hubiera ocurrido y que fuera motivo de los disparos de alarma hechos en bahía y en el Hacho.

Desde la madrugada la fuerza de carabineros de servicio en la playa del Espigón, empezó a observar los cadáveres que el mar iba arrojando a la orilla. Mientras las postas empezaron a comunicar tan tristes noticias hasta que llegaron a conocerlas las autoridades hubo de amanecer y ya de día, concurrieron aquellas a la playa y empezáronse a adoptar las necesarias medidas para la recogida de los cadáveres y su traslación al depósito del Cementerio Católico.

Así se hizo desde luego, previo los oportunos reconocimientos facultativos, haciéndose en carros la traslación de las víctimas al Cementerio. A las nueve de la mañana y en un trayecto como un kilómetro, habíanse recogido veinte y dos cadáveres entre los cuales había cinco hombres, diez mujeres, seis niños y un joven como de unos doce años.

A sido para La Línea un verdadero día de duelo, pues no era posible contemplar el aspecto de nuestra playa sin sentir el más profundo dolor y una impresión tristísima, imposible de borrar del ánimo de nuestros vecinos en largos días.

EN GIBRALTAR

Hondamente conmovida encontramos en nuestra visita a la población de Gibraltar. En todas partes nadie se ocupaba ni hablaba de otra cosa que de la inmensa catástrofe de la noche anterior. No se hablaba con individuo alguno que no estuviese profundamente contristado. Por todas partes náufragos ansiosos de adquirir noticias de los salvados para ver de encontrar algún ser querido de los que tan bruscamente se encontraba separado.

Con vehemente deseo, al par que con terror profundo, deseaban ser conducidos a los cementerios por si en ellos se hallaban algunos de los que desolados buscaban.

¡Cuánta angustia! ¡Cuánta ansiedad! ¡Qué desgarradoras escenas por todas partes!

Madres salvadas, que ante la pérdida de numerosos hijos lloraban amargamente por aquellos seres de sus entrañas y por no haber perecido con ellos. Una encuéntrase inconsolable en el Hospital Colonial y créese trastornada su razón por ignorar el paradero de sus hijos que la acompañaban. Los que viajaban solos y han logrado salvarse, muéstrese en extremo contristados y asombrados del peligro inmenso que han corrido; pero los que venían acompañados de individuos de su familia, que era la mayoría, hállanse en un estado de ánimo abatidísimo y tienen rasgos de dolorosa demencia.

Muy difícil de hacia recoger datos en las primeras horas de la mañana, en las dependencias públicas de Gibraltar; pues todas las noticias eran incompletas y a cada momento sufrían alteración; pues nadie se ocupaba de otra cosa que de recoger náufragos, alojarlos y vestirlos, dejando para luego todo lo que relación tenga con la triste necrología del suceso.

El pueblo entero se ha interesado vivamente por la suerte de las víctimas sobrevivientes, y además de los auxilios en efectos facilitados, se han iniciado diferentes suscripciones públicas que esta tarde alcanzaban ya unas sumas respetables. Una de ellas, en los siete primeros nombres que contenía, llegaba a la cantidad de nuevecientos duros.

EL CAPITAN DEL UTOPIA 

Con noticias de que dicho individuo se alojaba en la Fonda Española, con un segundo piloto y el mayordomo, procuramos tener noticias de él; pero fue inútil nuestro empeño, pues el Capitán del UTOPIA muestrase muy contristado y nada dispuesto a hablar del siniestro con extrañas personas.

Ya anteriormente dimos cuenta de las causas que según el Capitán han sido origen del deplorable suceso de que nos ocupamos.

LA CASA CONSIGNATORIA

 Existe allí hoy el movimiento especial y angustioso que es de suponer dada la magnitud de la catástrofe ocurrida y ser los consignatarios Sres. Henderson Brothers los que tienen necesidad de atender todas las reclamaciones inherentes al asunto y facilitar cuantos datos se le exigen sobre el buque.

  Sin embargo, a dichos señores debemos muchos de los antecedentes que dejamos consignados.

EL MEDICO DEL UTOPIA

Está alojado en el Royal Hotel y le visitamos para obtener noticias con que poder ilustrar nuestra narración de los hechos.

Es de elevada estatura, ingles, y como de unos treinta años de edad. Ninguna razón pudo darnos del suceso, más que lo que a él se refería. Dice que por consecuencia del choque del UTOPIA con el acorazado inglés, el vapor empezó a sumergirse rápidamente y que solo tuvo tiempo de arrojarse al mar; que estuvo bastante tiempo luchando con las olas, y ya se hallaba bastante falto de fuerzas cuando fue recogido por un bote en unión de seis náufragos más.

Nótase en todos los oficiales del UTOPIA, una marcada tendencia a la mayor reserva respecto a cuanto se le pregunta.

EL UTOPIA

Este vapor es de hierro y fue construido en Glasgow en 1874 por la casa R. Deuncan y Cª. Tiene 2731 toneladas de registro y neto 1754. De eslora 350 pies, 35 de manga y 29 de puntal, con 678 caballos de fuerza. Pertenece a la Compañía Anchor Line, siendo sus consignatarios en Gibraltar los señores Henderson Brothers. Estaba mandado por el Capitán Mekeagne, y el pasaje, según decimos antes, en 841, más 39 individuos de la tripulación hacían un total de 880 personas.

Además del carbón que había de tomar en Gibraltar, tenía preparado desde el domingo los siguientes víveres seis mil libras de carne muerta, siete bueyes y ocho carneros vivos.

EL ANSON

Este gran buque de la marina de guerra inglesa, cuyo abordaje al UTOPIA ha sido la causa del siniestro marítimo que se lamenta, enarbola la insignia de Contra-almirante L. F. Jones, segundo en mando de la escuadra surta en el puerto de Gibraltar, y está mandado por el Capitán B. F. Clark.

Este buque es de acero u fue construido en Pembruke, siendo botado al agua en 1886. Tiene de desplazamiento 10600 toneladas. Eslora, 330 pies, manga 68. y puntal 27. Espesor de la batería 18 pulgadas. Tiene dos torres giratorias de 14 y 12 pulgadas. Cubierta protegida. Consta la tripulación de 556 individuos. Tiene una fuerza de 11500 caballos y un andar de 16,5 nudos por hora. Su armamento consiste en 4 cañones de 13,5 centímetros y 6 cañones de tiro rápido de 6 centímetros.



NAUFRAGOS

Número de náufragos recogidos por los buques de la bahía.



A las doce y media de la mañana han desembarcado por el Muelle Nuevo, en Gibraltar, 165 de los náufragos que se encontraban en los diferentes buques surtos en bajía, siendo conducidos al Hospital de Marina, donde por el pronto quedaron alojados.

INCIDENTES Y NOTICIAS VARIAS 

Una de las lanchas de vapor de los buques de la escuadra inglesa, que prestaba sus auxilios a los náufragos, después de desembarcar a once de éstos anoche a las doce en el Muelle Viejo, al volver al lugar de la catástrofe tuvo la desgracia de que un cabo se le enredara en la hélice y el vendaval y la fuerte mar la arrojó sobre las piedras siendo destrozada.

Fueron sus tripulantes auxiliados desde tierra por un cabo y varios soldados de los RIFLES, que con gran heroísmo y mucha exposición de sus vidas lograron salvar a aquellos que esperaron con serenidad a bordo; pero el oficial y el fogonero al notar el riesgo que corrían, se arrojaron al agua y perecieron ahogados.

Como la inmensa mayoría de los pasajeros que traía el UTOPIA, eran súbditos italianos, el Cónsul de dicha nación ha estado todo el día dedicado a prestar sus servicios a los náufragos y a inquirir noticias sobre el suceso para comunicarlas a su gobierno sin que hasta las últimas horas de la tarde pudiera dar exacta cuenta de lo ocurrido.

Lo único que ha podido comunicar a Italia, es que el número de los pasajeros salvados, según lo que hasta ahora se sabe, es de trescientos.

El Cónsul italiano ha solicitado hoy del Juzgado de Instrucción de San Roque, que ya se ha hecho cargo de las diligencias instruidas por el Juez Municipal de esta Villa, la entrega de los cadáveres depositados en este Cementerio, cuya pretensión fue denegada por el Sr. Juez de Instrucción que se hallaba en esta localidad.

En su virtud ha quedado acordado que mañana  sean fotografiados dichos cadáveres para facilitar la identificación de los mismos, sin perjuicio de que vengan también mañana de Gibraltar los náufragos salvados para ver de lograr los reconocimientos que sean posibles.
El señor Cónsul de Italia tiene el propósito de mandar construir cajas mortuorias con destino a las víctimas.

Entre los náufragos que hoy han visitado a los cadáveres depositados en este cementerio, ha habido uno llamado Colarusso que reconoció entre aquellos al de su madre.

Dicho individuo se salvó con su mujer a la que pudo asir por los cabellos, tratando de hacer lo mismo con su madre en momentos de terrible agonía, pero aquella desapareció de su lado instantáneamente y no ha vuelto a verla sino en el lúgubre lugar a que nos referimos.

Dicho reconocimiento dio lugar a una escena desgarradora, perdiendo el conocimiento el interesado, que fue auxiliado por las personas allí presentes.

El Sr. Juez de Instrucción de San Roque ha practicado el reconocimiento de los cadáveres depositados en el Panteón de esta Villa, encontrando entre aquellos dos cadenas de oro, una de ellas gruesa con un medallón, las cuales pendían del cuello de las víctimas. La misma tenía entre sus ropas ciento veinticinco liras en billetes de Banco de Italia y una pequeña cantidad en metálico.

También se ha hallado un reloj que parece de plata.

El Excmº. Sr. Comandante General de Algeciras, en el momento que tuvo noticias de lo ocurrido pidió antecedentes telegráficos a este Sr. Comandante militar, el cual ya se había apresurado a facilitárselos.

 Conocida por el digno señor Gamir la importancia de la catástrofe trasladose a esta Villa inmediatamente en un cañonero de nuestra Marina de Guerra, desembarcando como a las dos de la tarde en la playa de San Felipe.

Después de visitar el Cementerio, tomar datos de lo ocurrido y dar sus órdenes para que la Guardia Civil prestara servicio especial de vigilancia en la playa y para que estuviera pronto a facilitar a la autoridad de marina cuantos auxilios reclamare, envió telegramas a los Excmº. Sres. Presidente del Consejo de Ministerio, Ministros de Estado y Guerra y Capitán  General de Andalucía.

  A las cuatro y media emprendió su regreso para Algeciras.

La lancha a vapor de la Capitanía del Puerto de Gibraltar, el mando del oficial M. Undery que como ya hemos dicho, prestó sus servicios desde los primeros momentos, entre los que realizó cuéntase el haber salvado a ocho pasajeros del UTOPIA y un lanchón del buque de guerra inglés RODNEY, que con veinte marineros y cinco pasajeros batallaban con la gruesa mar. Además ayudó a salvar seis pasajeros y un marinero que se encontraba a bordo de una lancha vapora del INMORTALITE, cuya lancha se hizo pedazos sobre las rocas.

Los cadáveres recogidos en las playas de Gibraltar son los siguientes; en la de Poniente, cuatro hombres y una mujer. En la Lengua del Diablo, dos hombres y un marinero.

En las rompientes de las murallas de Gibraltar se encontraron dos botes salvavidas destrozados y la lancha a vapor a que antes nos referimos.

Narración de un naufrago  Esta tarde tuvimos noticias de que entre los tripulantes salvados del vapor UTOPIA había uno que era español, único compatriota que formaba parte de aquella dotación.

Después de varias pesquisas logramos encontrarle en el Hospital Civil y previa la venia del señor don Juan Recaño, Secretario de aquel benéfico establecimiento, pudimos obtener la siguiente narración del triste suceso.

 Llámase este individua José Trujillo, natural de Almuñecar (Granada) y residente hace cinco años en La Línea.

Hace tres meses se embarcó en el UTOPIA y en este viaje terminaba su compromiso.
Su ocupación a bordo era la de fogonero. En la máquina prestaba servicio tres maquinistas, un ayudante, dos fogoneros y un palero.

A juicio de este individuo el vapor UTOPIA chocó primero con la punta del Muelle Nuevo y de rechazo vino a estrellarse contra el acorazado.

Al instante de chocar con el acorazado se abrió una gran vía de agua en la puerta de la máquina, abandonando acto continuo las faenas todos,  excepto el primer maquinista se quedó en su puesto y logrando llegar a cubierta donde reinaba una consternación espantosa.

José Trujillo se despojó de sus ropas mientras subía a cubierta y por una de las cadenas de las anclas se arrojó al mar en donde estuvo nadando hasta que fue recogido por una lancha de los buques de la escuadra.

El Trujillo nos ha manifestado que la proa del UTOPIA  estuvo fuera del agua mas de media hora a consecuencia de haber sido aprisionado por un cable que lanzaron del ANSON, que una vez sumergida la popa del vapor el Capitán mandó echar las anclas y que en su opinión esta medida precipitó  el hundimiento del buque. José Trujillo ignora la suerte que han corrido sus compañeros, pues no ha podido averiguar nada respecto a ellos.

CIFRAS ATERRADORAS

A las seis de la tarde se creía en un importante centro oficial de Gibraltar que el número de las víctimas asciende a 616 en esta forma



DATO HORRIBLE

El primer buzo que descendió al medio día a reconocer la situación del UTOPIA llamó apresuradamente para que lo subieran y una vez desprovisto del aparato mostrábase aterrorizado ante el espectáculo que había presenciado.

Algo repuesto de su estupor dijo: que en la cubierta del vapor había una masa compacta de seres humanos asidos unos a otros y agarrados a los palos y cuerdas, razón por la que no han subido a la superficie. Entre ellos se encuentra una mujer con una criatura en los brazos dándole el pecho.

HEMOS TERMINADO

En nuestro deseo de hacer una narración exacta de los hechos conocidos réstanos dejar consignado, que estamos dispuestos a rectificar cualquier error en que podamos haber incurrido con motivo de la precipitación con que hemos hecho esta triste reseña y de la brevedad con que han sido recogidos los datos respectivos.



NAUFRAGIO DEL UTOPIA. SIGUEN LOS DETALLES 

No es posible sustraerse a la imperiosa necesidad que impone las angustiosas circunstancias en que nos encontramos, de ocuparnos con especial preferencia y en primer término, del desastre incomparable ocurrido en el vapor inglés UTOPIA.

Trátase de uno de esos sucesos que preocupan hondamente al público en general y que, para mayor abundamiento tienen el triste privilegio de tener aquel en constante conmoción ofreciendo a cada instante nuevas pruebas de su enormidad y de la inmensa desgracia y desolación que ha producido.

Tan tristemente afectado se encuentra el pueblo de Gibraltar, así como el vecindario de esta localidad que nadie se ocupa de otra cosa, sobre todo en  la inmediata plaza inglesa, que de averiguar la suerte que ha cabido a cada uno de los náufragos salvados, las pérdidas de familia que cada cual llora, número, calidad y circunstancias de los cadáveres que poco a poco van encontrándose y de las medidas que van a adoptarse para recoger la cifra aterradora de aquellos que aun yacen en las entrañas del buque sumergido.

La inagotable caridad del pueblo calpense se ha puesto a prueba de nuevo en esta tristísima ocasión, y a fe que ha rayado a sin igual altura.

Sus autoridades han mostrádose incansables por poner cuanto de su parte ha estado para favorecer a los náufragos, y los funcionarios públicos de todos los órdenes han coadyuvado a realizar tan nobles propósitos.

Una página negra ha venido a interrumpir la serie de las que se han relatado hechos heroicos y de caridad sublime, que han tenido lugar con motivo de la hecatombe espantosa del UTOPIA.
Esa página de relato tristísimo y conmovedor, ofrécese en nuestra población: con vergüenza y con el corazón transido de dolor lo decimos; pero a fuer de cronistas fieles y cumpliendo con el deber que nos hemos impuestos de dar cuenta exacta a nuestros lectores de todo cuanto se relacione con asunto tan interesantísimo, no podemos omitir detalle alguno por triste que parezca y por mucho que sea el rubor que cause a cuantos de buenos españoles se precien. Ya explicaremos el hecho que nos inspiran estas líneas en otro lugar de este número.

SALVADOS 

Tanto el oficial del acorazado ANSON como un marinero que se creyó habían perecido en el naufragio de la lancha a vapor que se estrelló contra las rocas, después de haber salvado a muchos náufragos, han resultado a bordo de su buque. A producido general constante esta noticia tanto en Gibraltar como en la dotación de la escuadra, por considerarlos víctimas en los primeros momento.

FALTA DE UN OFICIAL Y DOS MARINEROS

De la dotación del RODNEY faltan un oficial y dos marineros, ignorándose la suerte que hayan corrido.

Cuéntase que el oficial ante el cuadro desolador que estaba presenciando desde la cubierta de su buque, y guiado por sus noble sentimientos, se arrojó al agua con el propósito de favorecer a tanto desgraciado como luchaba con las embravecidas olas, sin que haya vuelto a saberse de él.

También se ignora el paradero de dos marineros de dicha dotación.

LOS BUZOS

En las primeras horas de la mañana de ayer, los buzos de la escuadra inglesa y algunos de Gibraltar, estuvieron reconociendo el lugar donde está sumergido el UTOPIA, con el propósito de extraer algunos cadáveres, teniendo que desistir de su empeño por serles imposible maniobrar a consecuencia de la turbieza de las aguas y fuerte marejada que reinaba.

El UTOPIA está sobre una de las amarras del ANSON la cual trataron de sacar sin conseguirlo.

Este dato viene a confirmar la manifestación que nos hizo el fogonero del vapor UTOPIA, de que la proa de dicho buque estuvo media hora fuera del agua por estar sostenida por un cable del acorazado.

La casa consignataria ha contratado a los buzos Ferrary y Barea para que se dediquen a la extracción de los cadáveres que existen en el buque.

También salió ayer mañana un pontón de la propiedad del Sr. Fortunato, remolcado por el vapor RITA, de la Compañía London Coal Company, con el fin de servir de auxilio a los buzos para realizar sus trabajos, cuyo pontón ha quedado anclado próximo al lugar del siniestro.
Se ignora si el UTOPIA estaba asegurado.

PARTE OFICIAL DEL SINIESTRO

En la mañana de ayer entregó el Capitán del UTOPIA   al Sr. Comandante de Marina del puerto de Gibraltar, el parte circunstanciado del siniestro que tantas víctimas ha producido.

Como nuestros lectores comprenderán, dada la importancia de este asunto, sobre el cual instruyen la correspondiente sumaria las autoridades inglesas, no es posible adquirir ninguna noticia acerca de tan importantísimo documento sobre el que mese guarda la mayor reserva en todos los centros oficiales.

SOCORROS 

EL Gobierno italiano telegrafió ayer extensamente al Sr. Cónsul de dicha nación en Gibraltar, autorizándolo para que atienda sin limitación alguna al socorro de los náufragos en cuanto las circunstancias lo exijan.

El Consul Sr. Bonelli, no se da un momento de reposo desde que ocurrió el siniestro, procurando atender con la mayor solicitud y cariño a los súbditos que representa, y prodigando a todos el consuelo de que tan necesitados se encuentran en las tristísimos circunstancias porque atraviesan.

Asimismo, el Sr. Bonelli espera el resultado de la información abierta acerca de las causas de la catástrofe para si hubiera lugar a ello, entablar las oportunas reclamaciones en obsequio de las víctimas y exigir las responsabilidades que procedan.


REUNION POPULAR

Previo aviso oficial de la Secretaría Colonial, se efectuó ayer en Gibraltar, a las dos de la tarde, en el salón de bailes del Convento, residencia del Gobernador de la Plaza, una importantísima reunión con el fin de adoptar la manera más conveniente para socorrer a las numerosas víctimas del naufragio del UTOPIA.

A dicho acto asistieron todas las autoridades, representantes extranjeros y cuanto de notable existe en la población tanto en la banca como en el comercio y la industria.

Todos se hallaron animados de los mismos propósitos y todos a una convinieron en que ante tan imprevista como terrible desgracia, era necesario que los auxilios fueran instantáneos para mitigar un tanto la triste suerte de aquellos desgraciados.

Se acordó iniciar una suscripción pública para atender al socorro de los náufragos, en la cual ingresaron los fondos recaudados por las diversas suscripciones, de iniciativa particular, empezada desde los primeros momentos.

  Para el efecto se nombraron tres condiciones, siendo su misión la siguiente:

         
    1º para recaudar los fondos; 2º para distribuirlos en la forma que se determine;                                y 3º para acordar de qué modo ha de efectuarse dicha distribución.

  A esta última comisión pertenecen los señores cónsules de Italia y España.

Existe el buen propósito entre algunos de los individuos de dichas comisiones, de que los socorros se repartan teniendo en cuenta las mayores desgracias, es decir que se atienda con preferencia y con mayor suma a las viudas y huérfanos, dejando para último lugar a los cabezas de familia que se hallen en condiciones de trabajar y proporcionarse los medios de subsistencia.

Unánimemente fue aceptada la propuesta hecha por su Ilmº el Sr. Obispo de Lystre, respecto a que sean también socorridas las familias de los bravos marineros ingleses que han sucumbido victimas de su heroísmo por acudir a la salvación de los náufragos.

OTRA SUSCRIPCION

Aun cuando los vecinos de La Línea en su mayor parte han contribuido ya a las suscripciones iniciadas en Gibraltar en los días anteriores, ayer se ha iniciado en la localidad otra, con igual destino que a las que antes nos referimos, por nuestros convecinos los Sres. Don Abelardo Bisosa, don Miguel Barranco y don Antonio Paniagua.

MAS CADAVERES 

A las nueve de la mañana de ayer, arrojaron las aguas en la playa del Espigón, frente a la fábrica de corchos, el cadáver de una mujer, como de treinta a treinta y cinco años de edad, con síntomas de descomposición.

Poco después de anochecido apareció en el mismo lugar el cadáver de un niña como de cuatro a cinco años.

Dichos cadáveres fueron conducidos inmediatamente al cementerio.

La mujer conservaba pendientes de las orejas largos zarcillos y variados anillos en los dedos.

SEPELIO

Ayer a las dos de la tarde tuvo lugar en Gibraltar el fúnebre acto de dar sepultura a dos marineros de la dotación del buque de guerra inglés INMORTALITE.

Estos fueron George Thales y James Croton de 24 y 23 años respectivamente, que parecieron victimas de su arrojo, prestando auxilio a los náufragos.

El acto fue una verdadera manifestación de duelo a la que se asoció toda la población, cerrándose los establecimientos y presenciando numeroso público el paso del cortejo fúnebre.

Los inanimados restos de estos intrépidos marineros fueron conducidos sobre dos armones que arrastraba una sección de marineros. Sobre los lujosos féretros que iban cubiertos con la bandera inglesa, se colocaron magnificas coronas de flores naturales y artificiales, entre las que figuraban las donadas por el pueblo de Gibraltar, como prueba de gratitud al heroísmo de dichas victimas.

La banda de música del buque formaba parte del cortejo, así como una sección de marinería, otra de infantería y gran numero de jefes y oficiales de marina.

En el acto de estarse pronunciando la oración fúnebre al pié de la sepultura que había de ocupar el George Thales, un primo y compañero del finado fue acometido de un síncope, teniendo que ser retirado de las filas por varios de sus compañeros que le prestaron los auxilios que requería.

Un hermano del muerto, que también concurrió al sepelio, era objeto de las miradas y compasión del público por el profundo dolor que demostraba y el copioso llanto que sin cesar bañaba su rostro.

En el acto de darles sepultura se hicieron por las tropas acompañantes las tres descargas de ordenanzas.

RECONOCIMIENTO DE CADAVERES

Ya saben nuestros lectores que el mismo miércoles fue reconocido por uno de los náufragos el cadáver de su madre entre los que se encontraban en el cementerio de esta villa.

Al medio día de ayer, el Cansiller del Cónsul Italiano, Sr. Franconi, acompañó a otros náufragos a este cementerio y obtuvo la identificación de cinco cadáveres más. ¡Qué escenas tan terribles se presenciaron!


Dos niños pequeños, cuyas circunstancia mas adelante reseñamos, fueron reconocidos por sus infortunados padres. Una joven como de 16 a 18 años reconoció a su madre. Esta joven dice que en el momento de chocar el UTOPIA con el ANSON, hallábase sobre la cubierta de aquel, y que fue tal la embestida, que por consecuencia de ella fue arrojada violentamente al mar sin que pueda darse cuenta de cómo se salvara ni por quién.

Obtenida la identificación de los seis cadáveres de referencia y ya todos en estado de descomposición, el dignísimo Sr. Juez de Instrucción del Partido, don Vicente Payueta, que desde las primeras horas de la mañana de ayer volvió a constituirse en esta Villa para proseguir el curso de las diligencias judiciales y estar pronto a adoptar cuantas disposiciones exijan las circunstancias inherentes a su misión judicial, ordenó el sepelio de aquellos y dispuso que hoy tuviera lugar el de los restantes, y para en el caso de que no se obtuviera antes su identificación, se les despojase de las ropas exteriores para que queden depositadas y sirvan de elementos para facilitar, si llega a ser posible, las identificaciones de las victimas.

Procediose desde luego a la recogida, reseña y numeración de dichas ropas.
 Al desnudar uno de los sepultureros a uno de los cadáveres se le encontró un chaleco elástico interior a raíz de las carnes, una bolsita de cuero envuelta en un pedazo de tela y perfectamente atada con hilo de seda. Abierta resultó tener cuatro monedas de oro, consistentes en dos libras esterlinas, una de 20 francos belgas y otra italiana de 20 liras.
 
Hecho cargo de todo el Conserje del Cementerio, lo envió inmediatamente al Juzgado.

LA INHUMACION

Sin perder tiempo se procedió a la inhumación de los seis cadáveres reconocidos, en la siguiente forma:

Lucia Petrillo y Petrillo, de setenta años de edad, reconocida por su hijo Colerusso, fue sepultada en un nicho con caja propia.

María Gracia Sebatini, de 45 años, reconocida por su hija, ha sido sepultada sin caja en la fosa común.

Carmine de Marco Resso, varón de 15 a 16 años, reconocido por varios náufragos, sepultado en la fosa común sin caja.

Josefa Campra, reconocida como el anterior, de sesenta años, en la fosa común y sin caja.

Donato Pugares, niño de tres años, reconocido por su padre, con caja fue sepultado en la fosa común.

Santa Gensiti, niña de cinco años, reconocida por su padre, fue sepultada en la fosa con caja.

Las dos cajas que contienen los dos anteriores parvulitos y una más destinada a otro de los que ayer continuaban insepultos, han sido donadas por el señor Sanz.

Con destino a otros cuatro párvulos, don Pedro Vazquez, Conserje del Cementerio a donado un ataúd grande donde aquellos restos serán encerrados.

El Sr. Vazquez ha prestado en estos días grandes y valiosos servicios, y debido a ellos únicamente, nos hemos evitado el aumento de las grandes vergüenzas sufridas con motivo de las escasas disposiciones gubernativas adoptadas con referencia a los cadáveres depositados en nuestro cementerio.

El Sr. Cónsul de Italia trató en los primeros momentos de que se condujeran a Gibraltar los cadáveres recogidos en nuestra playa; pero el señor Juez de Instrucción parece que hubo de manifestarle que esto no podría tener lugar sin efectuarse previamente las respectivas autopsias, y entonces el Sr. Cónsul desistió de su empeño.

En cuanto a la autorización superior para que se efectuara dicha traslación, no era motivo de entorpecimiento alguno, pues nuestro Cónsul en Gibraltar, Sr. Mediano, apoyado eficacísimamente por el Excmº Sr. Comandante General de Algeciras, se ofreció a pedir telegráficamente dicha licencia del Excmº Ministro de la Gobernación y es seguro que se habría tenido sin perdida de tiempo.

Para la inhumación hoy en nuestro Cementerio del resto de los cadáveres, se ha producido a la sepultura de una ancha y larga fosa de unos tres metros de profundidad.

GIBRALTAR. PREPARATIVOS FUNEBRES

Desde ayer trabájase allí con febril actividad, y sin descanso alguno, para la inhumación digna y decorosa de las victimas encontradas dentro de la jurisdicción de aquella Plaza.
 
Todos los gastos que con tal motivo tienen lugar serán satisfechos por el Gobierno Colonial, incluso el costo de los féretros mandados a construir para cada uno de los veinte y nueve cadáveres que ha de dárseles sepultura.

En el Cementerio se ha cavado durante el día de ayer una fosa inmensa, en la cual serán depositados los inanimados restos de las desgraciadas victimas, la que no se cerrará por completo mientras quepan en ella los demás despojos humanos que han de extraerse del UTOPIA, y una vez que hayan sido inhumados todos los cadáveres, está dispuesto a elevar sobre aquella fosa un mausoleo que perpetúe la memoria de la horrible catástrofe, al par que los nobles sentimientos del pueblo Calpense.

El Sr. Obispo de Lystra y Vicario Apostólico de Gibraltar, que tan vivamente se ha impresionado de la catástrofe horrible, y que tan activamente ha tomado parte también en el socorro de los náufragos, pasó a las doce de la mañana de ayer acompañado del todo el Clero Católico al Cementerio y bendijo el terreno donde han de ser enterrados los infieles náufragos.


CORTEJO FUNEBRE


Imponente y conmovedor ha sido el acto de la traslación al Cementerio de los veinte y nueve cadáveres recogidos por las autoridades de Gibraltar.

Hasta hoy a las once no se ha llevado a cabo dicha inhumación, con el fin de procurar, en cuanto ha sido posible, la identificación de los cadáveres, no habiéndose podido obtener la de la totalidad de ellos.

La historia de Gibraltar no contiene catástrofe alguna, que ni por semejanza siquiera, pueda guardar la menor analogía con la terrible desgracia que ahora ha presenciado, y menos dentro de su recinto se ha producido acto alguno tan deprimente que tanto acongoje el ánimo y que más abatimiento haya producido que el acto fúnebre hoy realizado.

Así será fácil de comprender lo justificado que ha estado el duelo general de que ha dado muestras la población entera, y la intensa parte que aquel vecindario ha tomado en el profundo dolor, producido por las numerosas pérdidas de tantos seres humanos.



Desde las nueve de la mañana de hoy notábase inusitado movimiento en la población de Gibraltar.

Los establecimientos y casas comerciales se cerraban, y el vecindario sin distinción de clases, disponíase todo a concurrir al acto del sepelio de las victimas.

Desde las diez de la mañana hacíase cada vez más imposible el tránsito por la calle Real, muy especialmente desde la Parroquia de Santa María la Coronada hasta los almacenes contiguos a los Recrestions Rooms, en los cuales encontrábanse depositados veinte y tres de los cadáveres que habían de ser conducidos al Cementerio.

Poco antes de las once de la mañana, hora en que el clero católico había de salir de la parroquia, dirigiéndose desde ella un sacerdote acompañado de un acólito a los baños de hombres de Chateau Bay en los cuales fueron recogidos seis cadáveres y depositados en dos carros del Gobierno, dirigiéndose acto seguido a la explanada de la Puerta del Muelle, en cuyo lugar aguardaron el entierro general para su incorporación al mismo.

Poco después de las once el Sr. Obispo de Lystra, acompañado de cuatro señores sacerdotes, un padre misionero, diferentes acólitos, precedidos de la Cruz Parroquial y dos ciriales, dirigióse a los almacenes a que antes nos referimos, a cuya puerta encontrábanse ya colocados sobre seis carros los veinte y tres cadáveres antes mencionados. Cada cadáver iba encerrado en su ataúd. El forro de los respectivos a los párvulos y jóvenes era blanco, los demás todos negros.

Los féretros iban cubiertos por banderas italianas e ingleses. Sobre el primer carro habíanse colocado dos grandes coronas de flores naturales. En el segundo, colocose una corona, otra en el tercero, ninguna en el cuarto y quinto, y una en el sexto. Tampoco tenían coronas los dos carros que conducían los cadáveres recogidos en Chateau Bay.

A la llegada del clero al punto de partida de la fúnebre comitiva, púsose esta en marcha en la forma siguiente: Capitán de la Policía con uniforme de gala con varios individuos del Cuerpo. La Cruz y clero parroquial presidido por S. I. el Sr. Obispo. Cinco carros. A los costados de estos fúnebres vehículos iban en hilera los náufragos salvados del siniestro. Detrás del quinto carro iban dos señoras, también de las salvadas, con velas encendidas. Seguía el sexto carro. Detrás de este iba el Sr. Cónsul de Italia de uniforme, seguido de los pocos tripulantes del vapor UTOPIA, que han sobrevivido a la hecatombe. Entre dichos tripulantes encontrábase el Capitán, el segundo piloto, el médico y el mayordomo. Seguía detrás en representación del pueblo calpense una concurrencia tan numerosa que es imposible de describir. Baste repetir lo que ya hemos dicho, que entre las personas que en traje de duelo seguían al cortejo fúnebre, y las que se hallaban presenciando su paso por las calles que aquel ha recorrido se encontraba todo en masa el vecindario de Gibraltar.

A pesar de ser tan extraordinario el número de personas que en todas partes se hallaba aglomerada, el silencio era sepulcral, tan solo interrumpido por el llanto amargo de las señoras y de no pocos individuos del sexo fuerte que arrancaba la presencia tan terrible como aterrador espectáculo.

Era imposible su presencia sin conmoverse. No había medio de contener las lágrimas ante escenas tan tristes, sabiéndose además, como se sabe, que aquello a pesar de su enormidad era una parte muy pequeña de los funestos y aterradores resultados de la horrible catástrofe del UTOPIA.

En la explanada de la Puerta del Muelle uniéronse los dos carros que allí esperaban a la comitiva, colocándose delante de los seis ya reseñados.

Desde la salida de la población hasta el Cementerio continuó en igual forma todo el cortejo, siendo por Puerta de Tierra tan intransitable su paso como lo había sido por las calles que antes había recorrido.

A la puerta del cementerio hallábanse esperando el cortejo fúnebre S. E. el Gobernador de la Plaza, el Secretario Colonial, Almirante y Contra Almirante de la escuadra inglesa del Canal, con la oficialidad de la misma, el Príncipe Comandante y oficiales del buque de guerra sueco PREJA, todos de gran uniforme.

El jefe de los transportes oficiales de la plaza encontrábase también de uniforme y a caballo en aquel sitio.

Una vez llegada la comitiva a la puerta del Cementerio, revistiese de Pontifical el Sr. Obispo.

El Sr. Cónsul de Italia fue el primero que penetró en el lúgubre recinto a donde habían de quedar para siempre sus infortunados compatriotas. Después lo efectuó el clero.

Los féretros tenían que ser transportados a hombros al interior del Cementerio. Quisieron sus compañeros los náufragos sobrevivientes efectuar tan triste operación siendo imposible que lo realizaran porque al intentarlo empezaron a desmayarse unos, a llorar amargamente otros, y con tal motivo tuvo efecto un cuadro desgarrador y terrible que no es posible describir.

Entonces los vecinos de Gibraltar disputáronse ejercer aquellos actos caritativos y muy pronto los féretros se encontraban en los hombros de las personas de todas clases y categorías, entre las que se encontraban confundidos un oficial y varios marineros del PREJA.

Una vez llegado el cortejo al pié de la fosa, que media seis pies de fondo por seis de ancho y unos setentas de largo, colocáronse los féretros a su borde, en primer término los de los párvulos, y el Sr. Obispo entonó cuatro responsos aplicados, no solo al descanso eterno de los que en aquel acto recibían sepultura, sino de los cadáveres existentes en La Línea y de los que se encuentran sepultado en el mar.

Diose inmediatamente cristiana sepultura a todos los cadáveres dándose por terminado el acto fúnebre, con un sentidísimo discurso pronunciado por el ilustre Cónsul de Italia, dando las gracias al pueblo de Gibraltar, a la marina, autoridades, clero y a cuantos han ejercido su caridad a favor de la salvación de las victimas.

Hizo constar su gratitud y en primer termino la del Gobierno que representa, por los servicios prestados a sus súbditos, así como el recuerdo de simpatía y cariño que se ha hecho digno el pueblo calpense por su caridad sin límites y nobles sentimientos.

  ¡Dios haya acogido en su seno a los fallecidos¡

TRABAJOS DE LOS BUZOS

Aun cuando el día de hoy ha amanecido en mejores condiciones que los anteriores, ha reinado sin embargo en bahía mucha marejada. A pesar de esto, desde las ocho de la mañana los buzos no han cesado un momento en la faena, dolorosa por todos los conceptos, de extraer cadáveres del interior del UTOPIA.

Hasta las cinco de la tarde, hora en que han terminado las operaciones, habíanse extraído nueve cadáveres varones y uno de mujer. Dicha extracción se ha obtenido de una de las escotillas de pros, único lugar que ha podido registrarse.

En los baños situados en Chateau Bay han quedado depositados dichos cadáveres.

FALLECIDOS 

Dos de los náufragos que se hallaban albergados en hospital de Marina han fallecido ayer, por consecuencia del estado delicado en que fueron salvados.

ARRESTO DEL CAPITAN DEL UTOPIA

Ayer tarde, a ultima hora y por consecuencia de la investigación sumarial que se está efectuando sobre las causas del siniestro por el Tribunal de Policía, el Sr. Magistrado, presidente de dicho Tribunal, decretó auto de arresto contra el Capitán  del vapor náufrago.

Inmediatamente llevóse a cabo el arresto, quedando más tarde en libertad, previa fianza personal y metálica de veinte mil pesetas prestada por la casa consignataria.

INVESTIGACION JUDICIAL

Ante el Sr. Magistrado de Policía de Gibraltar ha empezado el juicio de información de las causas que originaron el naufragio del UTOPIA.

Han depuesto, el día 18, varios testigos, entre ellos un cabo del real cuerpo de ingenieros, el tercer ingeniero, un grumete, segundo mayordomo y el médico del UTOPIA.

Por el cabo de ingenieros se presentaron en el Tribunal para su examen varios planos de las posiciones que ocupaban los acorazados en la bahía la noche del siniestro.

Terminada la anterior declaración, se solicitó del presidente, por el Capitán del UTOPIA, se suspendiese por varios momentos la investigación, ínterin regresaba con un letrado que se hiciera cargo de su defensa.

La sala denegó la petición, continuando, por tanto, la investigación. El Capitán abandonó la Sala regresando al poco tiempo acompañado del letrado Don A. M. Coll a cuyo cargo quedó la representación del Capitán, sin que por este se prestara declaración, púes se reservó para darla en ocasión oportuna, por consejo de su letrado. Esta práctica está autorizada por las leyes inglesas.

Todos los individuos de la dotación del UTOPIA y que anteriormente, decimos, han declarado ante el Tribunal, están contestes en manifestar que no traía avería alguna, que sintieron el choque, explican la consternación y el pánico de los pasajeros y dan informe de los medios que obtuvieron de salvación.

El médico Mr. Alejandro Sellar, ha manifestado que tiene toda su confianza en el Capitán y no le cree culpable del hecho.

En este estado diose por suspenso el acto, que fue reanudado el día 19.

DIA19  

Ayer han comparecido ante el tribunal un soldado de ingenieros, después un oficial de la marina inglesa de la dotación del ANSON, el cual se encontraba de guardia en dicho acorazado a la hora del siniestro.

Desde los primeros momentos se expresaba perfectamente la ansiedad de que tanto los señores Jurados como el público en general se hallaban poseídos por conocer los términos de la declaración de aquel marino, pues se juzgaba cuanto dijera de suma importancia.

Próximamente una hora estuvo declarando el oficial del ANSON, examinando planos e indicando en los mismos la posición de los cruceros.

Una vez explicada dicha posición del ANSON, RODNEY y la fragata sueca PREJA, procedió a hacer la descripción de la entrada del UTOPIA y sitio en que se colocó, haciendo constar que el UTOPIA, llevaba la marcha natural para entrar en el puerto; dijo asimismo que el viento que reinaba era S. O. No dirigió  cargo  alguno contra el Capitán.

Hoy a las once han vuelto a continuar el examen de testigos. Entre ellos ha sido examinado un cabo de ingenieros, otro oficial del UTOPIA, fogonero Trujillo, Dr. Turner y tres náufragos italianos, los cuales aunque con ligeras alteraciones de detalles, vienen a manifestar lo que los testigos de las dos secciones anteriores.

EN EL LUGAR DEL SINIESTRO

Con el fin de obtener el número exacto de los cadáveres extraídos del UTOPIA nos dirigimos al lugar de la catástrofe en una lancha de las que prestan el servicio de bahía.

Cuando llegamos a tan triste paraje cesaba en su faena el buzo Francisco Moreno, español, que es el que ha llevado a cabo la extracción cuyo número damos en otro lugar.

El corazón más duro se conmueve al contemplar el buque náufrago, cuya obra muerta se encuentra a flor de agua, viéndose muchas prendas de uso interior y exterior tendidas en los hierros y cuerdas de la proa. El castillo de proa se ve casi al descubierto. Todos los pescantes de los botes sobresalen bastante de las aguas. La arboladura del buque y la chimenea se contemplan intactas.

Por la parte de popa aun no se ha efectuado ningún  reconocimiento, a pesar de haberlo intentado ayer tres veces sin poderlo conseguir por la mucha mar que había.

El bote que conduce al buzo Francisco Moreno es de la propiedad de don Victorio Ferrary así como los aparatos, que los ha cedido graciosamente para fin tan humanitario.

La dotación la componen Luis Robeño, Miguel Drago, Antonio Figuera y José Rodriguez Vazquez, estos dos últimos encargados de la máquina de aire.

Al costado del buque se encontraban dos grandes lanchones de la escuadra que se dedicaban a la extracción de la cadena del ANSON, sin adelantar nada en sus trabajos.

Muchas han sido las personas que han visitado hoy aquel paraje.

Por la popa del vapor sumergido se ve al grandioso buque de guerra ANSON que parece una gigantesca montaña en cuyas faldas han perdido la vida tantos seres.

Como hasta mañana no se reanudan los trabajos nos retiramos de allí con el alma contristada al pensar en las funestas consecuencias que ha tenido el siniestro.

El transporte de los cadáveres se ha efectuado en una lancha remolcada por un vaporcito de la Capitanía del puerto.

ULTIMA HORA. VARIAS NOTICIAS Y RECTIFICACIONES 

Según los últimos informes ya han aparecido los dos marinos que según en otro lugar decimos, se ignoraban sus paraderos.

Continua sin poderse averiguar la suerte que haya cabido al oficial de la dotación del ANSON y no del RODNEY como en principio se creyó.

Esta mañana ha fondeado en la bahía de Gibraltar el vapor ASSYRIA, de la misma compañía que el UTOPIA, procedente de Glasgow y que esta tarde o mañana zarpará para Nápoles.

En dicho buque serán reembarcados los náufragos salvados que deseen volver al punto de partida. Los que deseen ser conducidos a Nueva York serán embarcados para aquel punto en  la semana próxima en otro vapor perteneciente a la misma casa.

Una de las determinaciones adoptadas con motivo de la reunión habida ayer en el Convento, ha sido la de establecer en los glacis de Puerta de Tierra, veinte tiendas de campaña en el sitio llamado Baño de las Mujeres, en las cuales han sido recogidos cien náufragos.


Se ha colocado además otra tienda con destino a cocina en la que se prepara la comida para aquellos individuos.

EN EL CONSULADO AUSTRIACO

De los informes que hemos obtenido en dicha dependencia oficial, debidos a la fina galantería del Sr. Cónsul, resulta que en el UTOPIA venían veinte y dos pasajeros de la expresada nación, tomados en Fiume, de los cuales tan solo se sabe que se hayan salvado trece, por más, que por los datos de la agencia consignataria únicamente once son los que se dice haber escapado con vida del suceso…

EN EL CONSULADO NORTEAMERICANO

De dos pasajeros norteamericanos que en la cámara de primera venían en el UTOPIA, se salvó uno, el Sr. Guillermo J. Colbron, de Nueva York. El otro se supone que haya perecido, sin que hasta ahora se haya encontrado el cadáver. Se llamaba Carlos G. Davis, de Boston, dedicado al comercio de banca.

Por parte del Sr. Cónsul Norteamericano hemos sido objeto de toda clase de atenciones y deferencias, demostrando ser un cumplido caballero y conocer por su especial ilustración las consideraciones que la prensa se merece.

Nuestra gratitud y reconocimiento.

Según los informes de hoy del Sr. Cónsul Italiano, resultan salvados hasta ahora 289 súbditos de su nación.

A las seis de esta tarde ha llegado a nuestra noticia, por conducto que merece bastante crédito, de que en Ceuta han aparecido 23 cadáveres y 13 en Tarifa.

Esta tarde han estado muchos de los náufragos salvados reconociendo los diez cadáveres depositados en los baños, no pudiendo ser ninguno identificado.

Solo si, todos a una reconocieron el cadáver de la mujer, designándola por la que cantaba, único dato que podían dar. Esta desgraciada, en los cinco días que llevaba de navegación, fue el encanto de sus compañeros, pues en el momento en que la invitaban se prestaba a cantar en compañía de un pasajero que iba provisto de un acordeón. Ninguno sabe su nombre ni el pueblo de su naturaleza, pero sí que venia acompañada de su esposo y dos hijos, de los cuales tampoco hay razón.

S. A. el Príncipe que manda el buque sueco PREJA, tiene en su poder, recogido de entre los náufragos que salvó la tripulación de dicho buque, un precioso niño como de tres años, de tipo fino, que dice llamarse Pepino. No da otros detalles. S. A. ha mostrado deseos de adoptarlo si no aparece su familia.

  Esta tarde se ha dado sepultura en este Cementerio a todos los cadáveres, excepción del de la niña encontrada anoche. No ha habido nuevas identificaciones. Los cadáveres yacen en la fosa común y sin ataúdes.


21, marzo, 1891. DIVERSAS NOTICIAS

Durante todo el día de hoy han estado trabajando nueve buzos de la escuadra inglesa y dos del Puerto para extraer cadáveres del UTOPIA.

Es opinión de los buzos que muchos cadáveres han sido arrastrados por las aguas a grandes distancias, pues aquellos no se observan ya a bordo del vapor sumergido en el gran número que se veían en los primeros reconocimientos practicados.

Hoy se han encontrado varios cadáveres en el fondo del mar alrededor del UTOPIA. Hasta las cinco de la tarde se habían extraído cuarenta y un cadáveres de hombres, mujeres y niños.

A los diez que fueron extraídos durante el día de ayer se les ha dado hoy a las once de la mañana cristiana sepultura en el Cementerio de Gibraltar. Mañana se hará lo mismo con los traídos hoy a tierra.

Preocupa ya en Gibraltar y no sin justificado motivo, el considerable número de cadáveres a quienes parece haberse dado sepultura en aquel Cementerio, por el temor que inspire la amenaza que pueda esto constituir a la salud pública. Hablase ya de determinaciones especiales para en adelante, con el fin de evitar males.

A las once de la mañana del día de hoy se han celebrado en la Iglesia Parroquial de Santa María la Coronada, de Gibraltar, honras fúnebres por el eterno descanso de las víctimas. Ha oficiado de Pontifical el Sr. Obispo de Lystra. El templo se hallaba completamente lleno de una distinguida concurrencia.

La suscripción pública iniciada para el socorro de los náufragos alcanza ya una respetable suma. Créese llegará a unas cuarenta mil pesetas. El Gobernador de la Plaza recientemente nombrado General Sir Lothian Nicholson K. C. B. ha telegrafiado desde Londres para que se le anote en dicha suscrición con veinte libras. El Sr. Gobernador accidental contribuye con igual suma. La mayoría de los banqueros de Gibraltar se han suscrito cada uno con cuarenta libras.

El lunes se efectuará en Gibraltar por las principales partes de la compañía de opereta italiana que viene actuando en el Teatro Benstar, un concierto vocal e instrumental de escogidos trozos de las óperas de más nombradía, cuyos productos íntegros se destinaran al propio benéfico objeto de que nos venimos ocupando.

Anoche una de las náufragas que se hallaban alejadas en el Sailors Home, sufrió un aborto, encontrándose en delicado estado.

Esta tarde ha recibido sepultura en el Cementerio de esta Villa el cadáver de la niña últimamente encontrada en la playa del Espigón anteanoche sin haber sido posible identificarla. La inhumación se ha efectuado en la fosa común con caja propia filantrópicamente costeada por los señores don Francisco de Grandy y don José M. Aguilera, Juez Municipal y Secretario del Juzgado respectivamente.

Hemos sabido que gracias a las activas disposiciones de dicho señor Grandy logrose en los primeros momentos de la consternación pública que produjo la aparición en nuestra playa de los primeros veinte y dos cadáveres, el que estos se retirasen de aquel sitio con alguna brevedad, pues sin contar con auxilio de nadie en tan críticos momentos, tuvo que suplicar en la fábrica de corchos de los señores Larios, que se sirvieran facilitar algunos carros, demanda que fue inmediatamente atendida, y gracias a esto se evitaron más desagradables escenas.

La suscripción abierta entre este vecindario por nuestros estimados convecinos don Abelardo Visosa y Nuñez, don Antonio Parra Gravina, don Miguel Barranco Monrbat, don Manuel de Lara y don Ramón Casanova, para socorro de los náufragos, ha producido 560 pesetas y 10 céntimos.

Hoy se presentaron dichos individuos en la Alcaldía para que por la misma se interviniera dicha suscrición, no siendo atendidos en sus deseos por el Alcalde que manifestó ser ajeno al asunto y no tener para qué intervenir en él.

Los interesados pasaron a Gibraltar e hicieron entrega de dichos fondos al Sr. Cónsul Español, para que por este funcionario se le de la aplicación que corresponda.

Esta tarde un sepulturero de este Cementerio ha recorrido varios centros de esta población solicitando le pusiesen varias conocidas personas sus firmas en un papel para con ellas presentarse al Sr. Cónsul de Italia en solicitud de algún socorro por los trabajos que ha efectuado con los cadáveres del UTOPIA. ¡Era lo que aun nos quedaba por ver! ¿Es todavía poco el sonrojo que hemos sufrido? ¿Aun hemos de tolerar otros nuevos? ¡Señor Alcalde, por caridad, evite tales sucesos, que nos avergüenzan!

DESPOJOS DEL UTOPIA. ULTIMOS DETALLES.

El sábado fueron extraídos hasta noventa y seis cadáveres a los cuales se les dio ayer sepultura en el Cementerio de Gibraltar.

Ayer domingo fueron extraídos 143 a los cuales se les ha dado hoy sepultura en el Estrecho, en sacos embreados y con los contrapesos correspondientes por considerarse ya contrarios a la higiene pública su inhumación cerca del poblado. El Sr. Cónsul de Italia ha asistido a este fúnebre acto.

El Gobierno de Italia ha telegrafiado al Sr. Cónsul de dicha nación, contribuyendo con cinco mil pesetas a la suscrición abierta en Gibraltar para el socorro de los náufragos.

Ayer, como teníamos anunciado, se han reembarcado para su regreso a Nápoles, en el vapor ASSYRIA, 135 náufragos.

Fueron a despedirlos a bordo diferentes autoridades y personas notables de la localidad, entre ellas el Ilustrisimo Sr. Obispo de Lystra, Cónsul italiano, Obispo Evangélico, Presidente de la Comisión Sanitaria Sr. Serfaty y otros, los cuales antes de partir el ASSYRIA, distribuyeron entre los desgraciados sobrevivientes de la espantosa catástrofe del UTOPIA, siete mil pesetas con arreglo a las necesidades y desgracias de cada uno.
Entre aquellos van tres niños, el mayor de siete años, de los que se ha encargado el Capitán, para ser entregados al Gobernador de Nápoles, pues se ignoran quienes sean y con el fin de averiguar si les ha quedado en su patria familia alguna.

Al volver a tierra la comisión que antes nos referimos, el Sr. Obispo de Lystra, a pesar de la mala tarde que reinaba y de la abundante lluvia que caía, fue en compañía de tres sacerdotes al Cementerio y rezó un responso a los cadáveres cuya inhumación se estaba verificando.

Acompañole también el Sr. Cónsul de Italia y el Canciller del Consulado de Italia Sr. Franconi.

Hoy se ha constituido en la Capitanía del Puerto el Tribunal de Investigación de la Marina.

Lo componen los individuos que siguen: Presidente, Capitán interino del Puerto don Cavendish Boyle; Comandantes, Sr. Henry D. Barry, del buque de guerra inglés CURLEN; Mr. David L. Dickinson, del HOWE; Mr. George A. Board, del CAMPERDOWN. Perito Oficial del Puerto don J. Spencer. Capitán del vapor de la compañía del cable submarino. Un capitán de Marina Mercante. El Registrador del Tribunal marítimo don J. Imossi. El Fiscal de la Colonia Mr. R. F. Sheriff, en representación de la Corona.

El letrado don A. N. Coll tiene a su cargo la defensa del Capitán del UTOPIA y el abogado Mr. G. F. Cornwell, en representación de los dueños del buque.






OTRA VICTIMA

En la tarde del día 26, tuvo conocimiento el Juzgado, por parte dado por uno de los individuos del cuerpo de carabineros que prestaban servicio en el sitio conocido por la Urca, cerca de Torre Carbonera, que la mar había arrojado en la playa de Levante el cadáver de un hombre.

Inmediatamente pasó a aquel sitio el Juzgado y procedió al reconocimiento y levantamiento del cadáver, ordenando su traslación al Cementerio de esta Villa, en donde hoy se le ha dado sepultura.

No habiéndose podido obtener la identificación del referido cadáver, se deduce por la ropa que vestía y principalmente por los zapatos, iguales a los usaban la mayoría de los náufragos del UTOPIA, que se trata de uno de aquellos desgraciados.

El cadáver ha salido en completo estado de descomposición, con la nariz, boca y ojos roídos. D. E. P.

NOTICIAS TRISTES 

En la mañana de ayer y al extraer un copo en la playa de poniente varios individuos encontraron dentro de él el cadáver de una de las víctimas del UTOPIA,. Era de una joven como de unos diez y seis años. No ha podido ser identificada y le fue dada sepultura en este Cementerio inmediatamente, pues estaba en completo estado de descomposición.

Ni aquí ni en Gibraltar, ni en ninguno de los pueblos del contorno es posible hacer comprar a las familias pescado alguno. En todas las casas existe gran repugnancia en estos días a dichos artículos, con lo que se está siguiendo grave perjuicio a los infelices pescadores.

Entre los cadáveres extraídos el sábado por los buzos de Gibraltar ha podido identificarse por los papeles que llevaba encima  por el reloj y cadena, el del banquero americano Mr. Davies, que venia en el UTOPIA como pasajero de primera. El cadáver se ha depositado en un ataúd de plomo mandado a construir por don Horacio Sprague, Cónsul Americano, para trasladarlo a Nueva York, según los deseos de la familia del finado.

 El total de cadáveres recogidos del naufragio, ascendían el sábado a cuatrocientos doce (412). Han perecido quinientos sesenta y cuatro (564).

HECHO MERITORIO

Los señores don Abelardo Visosa, don Antonio Parra, Gravina y demás individuos que se encargaron en esta Villa, en recolectar fondos para socorro de los náufragos del UTOPIA, y que como nuestros lectores saben, convinieron en aplicar la suma recogida en erigir un mausoleo a los cadáveres sepultados en este Cementerio, teniendo en cuenta que aquella suma no era lo bastante para realizar dignamente aquel objeto, la han depositado en poder del digno Sr. Cónsul de Italia en Gibraltar, con objeto de que de este impetre de su Gobierno algunos fondos con el propio objeto y que de este modo el mausoleo que se levante para perpetuar aquí la memoria de tan terrible hecatombe, reúna las importantes condiciones que aquel hecho requiere.


El Sr. Bonelli ha aceptado gustosísimo el encargo de nuestros muy estimados compañeros y convecinos dirigiendo a los mismos la laudatoria carta que a continuación copiamos:

CONSOLATO D’ITALIA
           IN
GIBILTERRA
Prot. Cenle. Nº 123
                                                        Gibraltar, 2 de abril, 1891

            Señores don Abelardo Visosa, don Ramón Casanova, don Antonio Parra, don Miguel Barranco y don Manuel Lara, a la Línea de la Concepción.

                        Ilustrísimos señores:

    Tengo el honor de acusar a ustedes recibo de la suma de 563 pesetas y 10 céntimos, que, debido a la noble iniciativa y a la incansable actividad de ustedes, se pudo recoger entre los ciudadanos de todas clases de La Línea de la Concepción, con el santo fin de levantar un modesto monumento sobre la tumba de mis infelices ciudadanos, víctimas del horrible naufragio del vapor UTOPIA, que fueron enterrados en el Cementerio de La Línea de la Concepción.

    Tengo también el deber de expresar a ustedes y a todas aquellas personas caritativas que contribuyeron a la suscrición arriba mencionada, mi más vivo sentimiento de gratitud y las gracias del Gobierno de S. M. el Rey de Italia, que tengo el honor de representar, asegurando al generoso pueblo de La Línea de la Concepción que nunca podré olvidar su santa y noble acción.

           De ustedes S. S. Q. S. N .B.

                                                 E. Bonelli
                                               Cónsul de Italia.


8, abril, 1891   OTRA VICTIMA 

En la playa de levante frente a la Sierra Carbonera, ha aparecido en la mañana de hoy, el cadáver de un hombre en completo estado de descomposición, con la cabeza y varias partes del cuerpo carcomidas.

Créese sea un desgraciado de los náufragos del UTOPIA.

LUGUBRE HALLAZGO 

Al ir a abrir unos pescadores de un pueblo de la costa, un rape, hallaron dentro una mano de un niño que se supone pertenecería a  algunas de las infelices victimas del vapor UTOPIA.

Horrorizados por este hallazgo, devolvieron al mar el rape, determinando, según se nos asegura, suspender la pesca de este sabroso y voraz pescado, hasta tanto que transcurra algún tiempo.

Esta noticia viene a confirmar los legítimos escrúpulos que existen en los pueblos de esta comarca.

DIGNOS DE COMPASION

En Gibraltar se ha abierto una suscripción a favor de los infelices pescadores que tan aflictiva crisis vienen atravesando.

Ha sido iniciada por el Mayor General Newdigate, el Obispo de Lystra, el Secretario Colonial y don W. J. S. Smith. Este señor y el Ilustrísimo señor Vicario Apostólico se encargaran de recibir las suscriciones.

RECUERDOS TRISTES.

23, abril, 1891  De los dos marineros del INMORTALITE que sucumbieron en la noche del naufragio del UTOPIA uno era casado y su mujer se encuentra próxima a dar a luz. El otro era soltero y aunque atendía a las necesidades de sus padres, ya ancianos, estos tienen otros hijos que pueden ayudarlos.

El comandante del INMORTALITE se propone en vista de estas circunstancias entregar mayor parte de lo recaudado a la viuda que a los padres del otro marino.

Las partidas de soldados dedicadas a recoger las víctimas del UTOPIA terminaron ayer su tarea.

29, abril, 1891  OTRO CADAVER

En la mañana de ayer fue encontrado cerca del muelle Nuevo, por la lancha a vapor de la Capitanía del Puerto, de Gibraltar, un cadáver de los náufragos del UTOPIA.

BUENA SUBVENCION

El Ministro inglés de las Colonias ha decidido que se gratifique con 200 pesetas a cada uno de los individuos que en Gibraltar formaron parte del segundo jurado que entendió en la muerte de las víctimas del UTOPIA.

Al Sr. Magistrado de Policía se le han consignado 250 libras esterlinas y al Sr. Dr. Duke 160 por los servicios prestados en el mismo asunto.

                            Todas las notas referentes al naufragio del vapor inglés UTOPIA han sido tomadas del diario linense DIARIO DE LA LINEA. Director don Manuel J. Bonelo. Plaza de la Iglesia número 3.