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lunes, 1 de abril de 2013

Como sienten los Artista. Carta de Jose Cruz Herrera 1921

Capítulo 60




“ COMO SIENTEN LOS ARTISTAS”


    Semejante a un reflejo de la gloria del linense Pepe Cruz, llega una carta suya, escrita en un momento íntimo, en que triunfa el espíritu, en que la pluma es la boca de un manantial puro, con la pureza de la sangre de la tierra, que aún no tocaron las miserias del ambiente.

    Y la pluma de Pepe Cruz en esa carta, también ha sido pincel, como su pincel maravilloso, amo absoluto del color y la luz, y ahora copió un rinconcillo de su alma, donde se alza el sagrario de sus más íntimas devociones, las de la patria chica.

    Sobre su triunfo ruidoso y vibrante, sobre los laureles que caen como una lluvia de gloria a sus pies de consagrado, suena en su alma con la alegría inefable de un beso de la madre, el recuerdo de unas horas en que conquistara la gloria más íntima: cuando eran sus amigos de la infancia los que le aplaudían, cuando un núcleo de hombres  de su pueblo destruían la leyenda del profeta siempre negado por su tierra.

    Quizás por eso, Pepe Cruz siente tan íntimamente su amor a “esto”; porque en su corona de triunfador, pudo poner la florecilla humilde que nació sobre la misma tierra que él.

    He aquí la carta.

                   Sr. Don Rafael Blanco Forcada. Presidente del Casino Belmonte.                Queridísimo y noble amigo:
     Antes hubiera sido mi deber y mi deseo escribirle, para enviar a usted y a esa amada Sociedad, un abrazo desde estas tierras, pero quise esperar algo, para poderle comunicar algunas noticias respecto a la exposición de mis obras aquí celebrada y de mis actuales trabajos artísticos.     La exposición de mis obras se celebró en Montevideo, obteniendo un éxito enorme, de crítica, de público y financiero; luego surgieron encargos de retratos y otros trabajos profesionales, en tal forma, que he tenido que prolongar mi permanencia en el Uruguay, dejando mi próxima exposición en Buenos Aires para el próximo Junio.     Entre los encargos de retratos estoy haciendo al del actual Presidente de la República, Dr. Brun.
     Así es que esto va bien, pero créame, amigo Blanco, que estos aplausos de aquí no tienen ese sonido divino, de gloria y de cariño, como aquellos que oí, aquella gloriosa tarde en el Casino Belmonte.     Como aquellas palabras que conmovieron mi corazón tan intensamente, no las he vuelto a sentir desde que fui arrancado de ese querido rincón, donde se reunieron junto a mi tan nobles y queridos amigos.     El recuerdo de aquella tarde alimentará mi espíritu, mientras esté ausente de mi querida patria.     Un abrazo grande, querido amigo; manifieste mi adhesión y mi sincera gratitud a esa Junta Directiva y a todos los Socios de ese Casino, y dígales bien alto, que el acto que en mi honor se realizó aquella tarde, en aquella simpática casa, fueron los laureles que más dulcemente acariciaron mi frente.     Adiós, no olvido que debo una obra mía a esa querida sociedad.     Un abrazo de su buen amigo agradecido:

                                                                 José Cruz Herrera.


                         Montevideo, octubre, 1921.





Antonio Cruz de los Santos