Capítulo 8
EL
NAUFRAGIO DEL UTOPIA
Apuntes tomados del DIARIO DE LA LINEA del 18 de marzo de 1891.
HORRIBLE HECATOMBE
Con el ánimo
contristado hasta el punto de sernos muy difícil de coordinar las ideas y
resumir los datos y antecedentes recogidos en los sitios donde hemos tenido que
acudir para tomar nota de las numerosas víctimas arrojadas a nuestras playas,
así como de las dependencias oficiales, tanto de esta localidad como de la inmediata Plaza de Gibraltar que hemos
visitado con el fin de poder dar a nuestros lectores una idea, siquiera no sea
más que aproximada, de la catástrofe inmensa, de la desgracia terrible, que
anoche ha tenido lugar en aquella bahía, empezamos la relación de los hechos
que es seguro causará impresión dolorosísima a cuantos de ellos lleguen a tener
noticias.
No hay memoria en los anales marítimos de estos
contornos, de una hecatombe tan horrorosa como la ocurrida anoche, ni hay pluma que con fidelidad pueda reseñarla y menos en toda la
magnitud que desgraciadamente ha alcanzado.
LOS
PRIMEROS MOMENTOS
En nuestro número
de anoche anunciábamos ya que algo grave debía haber ocurrido en las aguas que
nos cercan, puesto que el Hacho de
Gibraltar había hecho disparos de alarma.
Eran poco más de
las siete de la noche, uno de los
buques de la escuadra inglesa surta en aquel puerto, hizo el primer disparo,
haciendo otros los demás buques de guerra e inmediatamente el hacho hizo la
señal de siniestro en la bahía.
Los buques de
guerra enfocaron instantáneamente sus potentes luces eléctricas hacia el lugar
de la hecatombe, que quedó perfectamente iluminado, pudiéndose contemplar así
más fácilmente toda la horrorosa magnitud de aquella.
LA
CATASTROFE
Reinaba un viento huracanado de suroeste con
mar brava y lloviendo sin cesar.
El vapor inglés UTOPIA con cargo general, en su mayor
parte de naranjas, prunas y otras frutas
y 841 pasajeros, procedente de Nápoles, debía haber llegado al puerto de
Gibraltar el domingo para tomar carbón y víveres y continuar inmediatamente su
viaje a Nueva York, lo que no le fue
posible efectuar hasta anoche por consecuencia del retrazo que le ocasionó el
fuerte temporal que ha reinado durante los días anteriores.
Encontrábase el UTOPIA al anochecer a la vista de
Gibraltar y temiendo su capitán a la borrasca pensó buscar refugio en la bahía de Algeciras. Preguntó al
maquinista, y este le expuso que solo llevaban de cinco a diez toneladas de carbón; que no era posible apagar los
hornos y que en su consecuencia ni había medio de pasar la noche a la capa en
alta mar, ni guarecerse en Algeciras porque hoy no podrían venir a Gibraltar.
En virtud de estos
informes, y confiando el capitán en su pericia y práctica, toda vez que es de
los que con más frecuencia visitan el puerto de Gibraltar, determinó pernoctar
en él, próximo a uno de los almacenes de carbón de la casa consignataria,
dirigiéndose, desde luego, hacia la bahía.
Entró en puerto el UTOPIA y el fondear encontróse muy
próximo al Monitor Sueco PREJA.
Ya hemos dicho que
la mar era dura y el viento huracanado. Esto hacia difícil la situación del
buque y el capitán trató de ensanchar la distancia.
Hizo maniobras el
vapor hacía atrás; pero en esta operación y según versión, al parecer del
capitán del UTOPIA, debió perder
algunas de sus amarras el buque contra-almirante de la escuadra inglesa ANSON y se fue sobre el costado del
vapor mercante destrozándole con su poderoso espolón el fondo de la parte de
popa.
Conmoción terrible
y confusión espantosa a bordo del UTOPIA.
A los cuatros minutos el vapor se había
hundido de popa por completo.
El capitán apenas
tuvo tiempo para tratar de favorecer a algunos pasajeros de primera, entre
ellos a un joven matrimonio al cual procuró proporcionar unos salvavidas, más
en aquel instante la popa se anegó y un
golpe de mar se llevó al agua al matrimonio y a unos sesenta pasajeros de los
que se encontraban sobre cubierta.
El capitán quedó
sobre ella aterrorizado y conmovido; cruzóse de brazos dispuesto a ser una de las
primeras víctimas de la catástrofe. En tal actitud, fue arrebatado de sobre la
cubierta por un garfio que sobre él dirigió uno de los tripulantes de los botes
que primeramente acudieron al socorro de
los náufragos, y que comprendió las intenciones de bravo marino, al cual salvó
de una muerte segura.
La tripulación y el
pasaje abalanzose a los palos y a las vergas, y los más intrépidos arrojáronse
al mar, donde los más hallaron instantánea muerte, pues los menos fueron los
que lograron salvarse.
En el momento de la
desgracia, los buques de guerra enviaron sus botes de vapor y salvavidas en
socorro de los desgraciados náufragos y lo mismo hicieron todos los demás buque
surtos en el puerto que pudieron así efectuarlo.
La lancha a vapor
de la Capitanía del puerto también salió para el sitio del siniestro a prestar
sus auxilios; pero estos eran muy difíciles de prestar por el malísimo estado
del mar, que ponía en grave riesgo a cuanto intentaban acercarse al UTOPIA.
Mientras tanto el
vapor cada vez se hundía más y los ayes
lastimeros de los náufragos, resonaban en el espacio, haciendo que el
espectáculo fuera cada vez más tétrico e imposible de presenciar sin oprimir
los más empedernidos corazones.
A la media hora, la
proa del UTOPIA se había también sumergido
y solo quedaban fuera del agua los dos palos mayores y la chimenea del vapor.
El cuadro que entonces se ofrecía a la vista
de los espectadores, no podía ser más desgarrador.
Cadáveres flotando sobre las aguas, náufragos luchando con la s embravecidas olas extenuados de fatiga y
otros en gran número, en las últimas vergas del UTOPIA demandando socorro y suplicando ser salvados de la horrorosa
muerte que les amenazaba.
Hiciéronse
verdaderos prodigios de heroísmo por los bravos oficiales y marineros ingleses
que acudieron al salvamento de los náufragos; pero aquellos no podían dar
abasto a tantas victimas; ni el temporal les permitía acudir a todos los puntos
donde los auxilios se hacían indispensables.
La mar batía
despiadadamente a los infelices que creían poder salvar sus vidas estando como
estaban asidos a las vergas, y con tal furia rompía las olas sobre ellos que a
cada momento veíanse desprender desfallecido a aquellos desgraciados y caer en
el abismo que a sus pies tenían para no volver a verlos más, o recogerlos más
tarde ya cadáveres.
DESDE
TIERRA
La población de
Gibraltar púsose en masa en movimiento, dirigiéndose a las murallas para adquirir
conocimiento de lo que ocurría. El espectáculo que contempló conmovió todos los
ánimos; pues la catástrofe tenía lugar casi al pié de los muros de la plaza, próximo al Muelle Nuevo y sitio
conocido por Ragged Staff.
Todo el vecindario
sin distinción de clases ni categorías, así como las tropas de la guarnición
sin hacer caso alguno de la copiosa lluvia que caía, no pensaron en otra cosa,
que en ver los modos de coadyuvar a la
salvación de los náufragos acudiendo presurosos a los sitios donde más útiles
consideraban sus servicios.
Las señoras en gran
número también acudieron desde los primeros momentos a los diversos puntos por
donde los náufragos eran desembarcados, para auxiliar denodadamente a las
desgraciadas victimas, que lograban llegar a tierra.
Era por demás
conmovedor el espectáculo que a cada instante se ofrecía en los diversos puntos
de la playa y de los muelles por donde a cada instante eran recogidos o
desembarcados los náufragos.
Extenuados de
fatiga y aterrorizados por el suceso
porque acababan de ser sorprendidos, al verse en tierra volvíanse locos
de dolor al pensar en la suerte que habría
cabido a sus hijos, esposas, maridos, padres o hermanos.
Los hombres dedicábanse a socorrer a los varones, las
señoras a las hembras y niños, pues era tal el estado
de todos ellos que algunos fallecieron después de arrebatados a las olas.
Inmediatamente
organizáronse diferentes comisiones que se encargaron de buscar alimentos y
ropas a las víctimas.
No se hicieron
esperar tales auxilios; pues todas las familias rivalizaban en su afán por
facilitarlos y de los almacenes de los diferentes cuerpos que guarnecen la
Plaza, se enviaron también infinidad de mantas y prendas de abrigo que sin
dilación fueron distribuidas entre los náufragos, los cuales, una vez entrados
en reacción eran conducidos en coches a los hospitales y muchos de ellos a
diversas casas particulares.
En tales
operaciones pasose toda la noche, viniendo la luz del día a buscar más tétrico
el resultado del tremendo siniestro ocurrido.
EL DÍA
¡Qué cuadro más horrible el presenciado al amanecer del
día de hoy! La
playa toda, desde Gibraltar hasta el punto del CACHON, fin del término de esta
villa, sembrado de cadáveres. Hombres, mujeres y niños por doquier. No se
ofrecía a la vista del espectador que seres humanos rígidos e inertes, que
pocas horas antes constituían un mundo de ilusiones.
Las playas
inundáronse de personas que al llegar a ellas retrocedían espantadas por la
enormidad de la desgracia.
Créese con sobrado
fundamento que lo mismo habrá ocurrido en toda la playa que circunda la extensa
ensenada desde Gibraltar a Algeciras y el mar durante todo el día no cesa de
arrojar cadáveres.
Nosotros no
tenemos, hasta ahora, más datos que los que son posibles obtener en nuestra
localidad en Gibraltar, los cuales no son aún definitivos ni los serán en unos
días; pues no es posible tener de todo conocimiento exacto y preciso tratándose
como se trata de una hecatombe que ha producido sobre ¡QUINIENTAS VICTIMAS!
EN LA
LÍNEA
Desde anoche había
aquí la natural ansiedad por conocer lo que hubiera ocurrido y que fuera motivo
de los disparos de alarma hechos en bahía y en el Hacho.
Desde la madrugada
la fuerza de carabineros de servicio en
la playa del Espigón, empezó a observar los cadáveres que el mar iba
arrojando a la orilla. Mientras las postas empezaron a comunicar tan tristes
noticias hasta que llegaron a conocerlas las autoridades hubo de amanecer y ya
de día, concurrieron aquellas a la playa y empezáronse a adoptar las necesarias
medidas para la recogida de los cadáveres y su traslación al depósito del Cementerio Católico.
Así se hizo desde
luego, previo los oportunos reconocimientos facultativos, haciéndose en carros
la traslación de las víctimas al Cementerio. A las nueve de la mañana y en un
trayecto como un kilómetro, habíanse
recogido veinte y dos cadáveres entre los cuales había cinco hombres, diez
mujeres, seis niños y un joven como de unos doce años.
A sido para La
Línea un verdadero día de duelo, pues no era posible contemplar el aspecto de
nuestra playa sin sentir el más profundo dolor y una impresión tristísima,
imposible de borrar del ánimo de nuestros vecinos en largos días.
EN
GIBRALTAR
Hondamente
conmovida encontramos en nuestra visita a la población de Gibraltar. En todas
partes nadie se ocupaba ni hablaba de otra cosa que de la inmensa catástrofe de
la noche anterior. No se hablaba con individuo alguno que no estuviese
profundamente contristado. Por todas partes náufragos ansiosos de adquirir
noticias de los salvados para ver de encontrar algún ser querido de los que tan
bruscamente se encontraba separado.
Con vehemente
deseo, al par que con terror profundo, deseaban ser conducidos a los
cementerios por si en ellos se hallaban algunos de los que desolados buscaban.
¡Cuánta angustia! ¡Cuánta ansiedad! ¡Qué desgarradoras
escenas por todas partes!
Madres salvadas, que
ante la pérdida de numerosos hijos lloraban amargamente por aquellos seres de
sus entrañas y por no haber perecido con ellos. Una encuéntrase inconsolable en
el Hospital Colonial y créese
trastornada su razón por ignorar el paradero de sus hijos que la acompañaban.
Los que viajaban solos y han logrado salvarse, muéstrese en extremo
contristados y asombrados del peligro inmenso que han corrido; pero los que
venían acompañados de individuos de su familia, que era la mayoría, hállanse en
un estado de ánimo abatidísimo y tienen rasgos de dolorosa demencia.
Muy difícil de
hacia recoger datos en las primeras horas de la mañana, en las dependencias
públicas de Gibraltar; pues todas las noticias eran incompletas y a cada
momento sufrían alteración; pues nadie se ocupaba de otra cosa que de recoger
náufragos, alojarlos y vestirlos, dejando para luego todo lo que relación tenga
con la triste necrología del suceso.
El pueblo entero se
ha interesado vivamente por la suerte de las víctimas sobrevivientes, y además
de los auxilios en efectos facilitados, se
han iniciado diferentes suscripciones públicas que esta tarde alcanzaban ya
unas sumas respetables. Una de ellas, en los siete primeros nombres que
contenía, llegaba a la cantidad de
nuevecientos duros.
EL
CAPITAN DEL UTOPIA
Con noticias de que
dicho individuo se alojaba en la Fonda
Española, con un segundo piloto y el mayordomo, procuramos tener noticias
de él; pero fue inútil nuestro empeño, pues el Capitán del UTOPIA muestrase muy contristado y nada dispuesto a hablar del
siniestro con extrañas personas.
Ya anteriormente dimos cuenta de las causas que según el Capitán han sido origen del deplorable suceso de que nos ocupamos.
LA CASA
CONSIGNATORIA
Existe allí hoy el movimiento especial y
angustioso que es de suponer dada la magnitud de la catástrofe ocurrida y ser
los consignatarios Sres. Henderson
Brothers los que tienen necesidad de atender todas las reclamaciones
inherentes al asunto y facilitar cuantos datos se le exigen sobre el buque.
Sin embargo, a dichos señores debemos muchos
de los antecedentes que dejamos consignados.
EL
MEDICO DEL UTOPIA
Está alojado en el Royal Hotel y le visitamos para
obtener noticias con que poder ilustrar nuestra narración de los hechos.
Es de elevada
estatura, ingles, y como de unos treinta años de edad. Ninguna razón pudo
darnos del suceso, más que lo que a él se refería. Dice que por consecuencia
del choque del UTOPIA con el
acorazado inglés, el vapor empezó a sumergirse rápidamente y que solo tuvo
tiempo de arrojarse al mar; que estuvo bastante tiempo luchando con las olas, y
ya se hallaba bastante falto de fuerzas cuando fue recogido por un bote en
unión de seis náufragos más.
Nótase en todos los
oficiales del UTOPIA, una marcada
tendencia a la mayor reserva respecto a cuanto se le pregunta.
EL
UTOPIA
Este vapor es de
hierro y fue construido en Glasgow en 1874 por la casa R. Deuncan y Cª. Tiene 2731 toneladas de registro y neto 1754. De
eslora 350 pies, 35 de manga y 29 de puntal, con 678 caballos de fuerza.
Pertenece a la Compañía Anchor Line,
siendo sus consignatarios en Gibraltar los señores Henderson Brothers. Estaba
mandado por el Capitán Mekeagne, y
el pasaje, según decimos antes, en 841,
más 39 individuos de la tripulación hacían un total de 880 personas.
Además del carbón
que había de tomar en Gibraltar, tenía preparado desde el domingo los
siguientes víveres seis mil libras de
carne muerta, siete bueyes y ocho carneros vivos.
EL
ANSON
Este gran buque de
la marina de guerra inglesa, cuyo abordaje al UTOPIA ha sido la causa del siniestro marítimo que se lamenta,
enarbola la insignia de Contra-almirante
L. F. Jones, segundo en mando de la escuadra surta en el puerto de
Gibraltar, y está mandado por el Capitán
B. F. Clark.
Este buque es de
acero u fue construido en Pembruke, siendo botado al agua en 1886. Tiene de
desplazamiento 10600 toneladas. Eslora, 330 pies, manga 68. y puntal 27.
Espesor de la batería 18 pulgadas. Tiene dos torres giratorias de 14 y 12
pulgadas. Cubierta protegida. Consta la tripulación de 556 individuos. Tiene
una fuerza de 11500 caballos y un andar de 16,5 nudos por hora. Su armamento
consiste en 4 cañones de 13,5 centímetros y 6 cañones de tiro rápido de 6
centímetros.
NAUFRAGOS
Número de náufragos
recogidos por los buques de la bahía.
A las doce y media
de la mañana han desembarcado por el Muelle
Nuevo, en Gibraltar, 165 de los
náufragos que se encontraban en los diferentes buques surtos en bajía,
siendo conducidos al Hospital de Marina, donde por el pronto quedaron alojados.
INCIDENTES Y NOTICIAS VARIAS
Una de las lanchas
de vapor de los buques de la escuadra inglesa, que prestaba sus auxilios a los
náufragos, después de desembarcar a once de éstos anoche a las doce en el Muelle Viejo, al volver al lugar de la
catástrofe tuvo la desgracia de que un cabo se le enredara en la hélice y el vendaval
y la fuerte mar la arrojó sobre las piedras siendo destrozada.
Fueron sus
tripulantes auxiliados desde tierra por un cabo y varios soldados de los RIFLES, que con gran heroísmo y mucha
exposición de sus vidas lograron salvar a aquellos que esperaron con serenidad
a bordo; pero el oficial y el fogonero al notar el riesgo que corrían, se
arrojaron al agua y perecieron ahogados.
Como la inmensa
mayoría de los pasajeros que traía el UTOPIA,
eran súbditos italianos, el Cónsul de dicha nación ha estado todo el día
dedicado a prestar sus servicios a los náufragos y a inquirir noticias sobre el
suceso para comunicarlas a su gobierno sin que hasta las últimas horas de la
tarde pudiera dar exacta cuenta de lo ocurrido.
Lo único que ha
podido comunicar a Italia, es que el
número de los pasajeros salvados, según lo que hasta ahora se sabe, es de
trescientos.
El Cónsul italiano ha solicitado
hoy del Juzgado de Instrucción de San
Roque, que ya se ha hecho cargo de las diligencias instruidas por el Juez Municipal de esta Villa, la
entrega de los cadáveres depositados en este Cementerio, cuya pretensión fue
denegada por el Sr. Juez de Instrucción que se hallaba en esta localidad.
En su virtud ha
quedado acordado que mañana sean
fotografiados dichos cadáveres para facilitar la identificación de los mismos,
sin perjuicio de que vengan también mañana de Gibraltar los náufragos salvados
para ver de lograr los reconocimientos que sean posibles.
El señor Cónsul de
Italia tiene el propósito de mandar construir cajas mortuorias con destino a
las víctimas.
Entre los náufragos
que hoy han visitado a los cadáveres depositados en este cementerio, ha habido
uno llamado Colarusso que reconoció
entre aquellos al de su madre.
Dicho individuo se
salvó con su mujer a la que pudo asir por los cabellos, tratando de hacer lo
mismo con su madre en momentos de terrible agonía, pero aquella desapareció de
su lado instantáneamente y no ha vuelto a verla sino en el lúgubre lugar a que
nos referimos.
Dicho
reconocimiento dio lugar a una escena desgarradora, perdiendo el conocimiento
el interesado, que fue auxiliado por las personas allí presentes.
El Sr. Juez de Instrucción de San Roque ha
practicado el reconocimiento de los cadáveres
depositados en el Panteón de esta Villa, encontrando entre aquellos dos
cadenas de oro, una de ellas gruesa con un medallón, las cuales pendían del
cuello de las víctimas. La misma tenía entre sus ropas ciento veinticinco liras
en billetes de Banco de Italia y una pequeña cantidad en metálico.
También se ha
hallado un reloj que parece de plata.
El Excmº. Sr. Comandante General de Algeciras, en el momento que tuvo noticias de lo ocurrido pidió antecedentes
telegráficos a este Sr. Comandante militar, el cual ya se había apresurado a
facilitárselos.
Conocida por el digno señor Gamir la importancia de la catástrofe trasladose a esta Villa
inmediatamente en un cañonero de nuestra Marina de Guerra, desembarcando como a
las dos de la tarde en la playa de San
Felipe.
Después de visitar
el Cementerio, tomar datos de lo ocurrido y dar sus órdenes para que la Guardia
Civil prestara servicio especial de vigilancia en la playa y para que estuviera
pronto a facilitar a la autoridad de marina cuantos auxilios reclamare, envió
telegramas a los Excmº. Sres. Presidente
del Consejo de Ministerio, Ministros de Estado y Guerra y Capitán General de Andalucía.
A las cuatro y media emprendió su regreso
para Algeciras.
La lancha a vapor
de la Capitanía del Puerto de Gibraltar,
el mando del oficial M. Undery que como ya hemos dicho, prestó sus
servicios desde los primeros momentos, entre los que realizó cuéntase el haber
salvado a ocho pasajeros del UTOPIA
y un lanchón del buque de guerra inglés RODNEY,
que con veinte marineros y cinco pasajeros batallaban con la gruesa mar. Además
ayudó a salvar seis pasajeros y un marinero que se encontraba a bordo de una
lancha vapora del INMORTALITE, cuya
lancha se hizo pedazos sobre las rocas.
Los cadáveres
recogidos en las playas de Gibraltar son los siguientes; en la de Poniente,
cuatro hombres y una mujer. En la Lengua
del Diablo, dos hombres y un marinero.
En las rompientes
de las murallas de Gibraltar se encontraron dos botes salvavidas destrozados y
la lancha a vapor a que antes nos referimos.
Narración de un
naufrago Esta tarde tuvimos noticias de
que entre los tripulantes salvados del vapor UTOPIA había uno que era español, único compatriota que formaba
parte de aquella dotación.
Después de varias
pesquisas logramos encontrarle en el Hospital Civil y previa la venia del señor
don Juan Recaño, Secretario de aquel
benéfico establecimiento, pudimos obtener la siguiente narración del triste
suceso.
Llámase este individua José Trujillo, natural de Almuñecar (Granada) y residente hace
cinco años en La Línea.
Hace tres meses se
embarcó en el UTOPIA y en este viaje
terminaba su compromiso.
Su ocupación a
bordo era la de fogonero. En la máquina prestaba servicio tres maquinistas, un
ayudante, dos fogoneros y un palero.
A juicio de este
individuo el vapor UTOPIA chocó
primero con la punta del Muelle Nuevo
y de rechazo vino a estrellarse contra el acorazado.
Al instante de
chocar con el acorazado se abrió una gran vía de agua en la puerta de la
máquina, abandonando acto continuo las faenas todos, excepto el primer maquinista se quedó en su
puesto y logrando llegar a cubierta donde reinaba una consternación espantosa.
José Trujillo se despojó de sus
ropas mientras subía a cubierta y por una de las cadenas de las anclas se
arrojó al mar en donde estuvo nadando hasta que fue recogido por una lancha de
los buques de la escuadra.
El Trujillo nos ha manifestado que la proa
del UTOPIA estuvo fuera del agua mas de media hora a
consecuencia de haber sido aprisionado por un cable que lanzaron del ANSON, que una vez sumergida la popa
del vapor el Capitán mandó echar las anclas y que en su opinión esta medida
precipitó el hundimiento del buque. José Trujillo ignora la suerte que han
corrido sus compañeros, pues no ha podido averiguar nada respecto a ellos.
CIFRAS ATERRADORAS
A las seis de la
tarde se creía en un importante centro oficial de Gibraltar que el número de
las víctimas asciende a 616 en esta
forma
DATO HORRIBLE
El primer buzo que
descendió al medio día a reconocer la situación del UTOPIA llamó apresuradamente para que lo subieran y una vez
desprovisto del aparato mostrábase aterrorizado ante el espectáculo que había
presenciado.
Algo repuesto de su
estupor dijo: que en la cubierta del vapor había una masa compacta de seres
humanos asidos unos a otros y agarrados a los palos y cuerdas, razón por la que
no han subido a la superficie. Entre ellos se encuentra una mujer con una
criatura en los brazos dándole el pecho.
HEMOS TERMINADO
En nuestro deseo de
hacer una narración exacta de los hechos conocidos réstanos dejar consignado,
que estamos dispuestos a rectificar cualquier error en que podamos haber
incurrido con motivo de la precipitación con que hemos hecho esta triste reseña
y de la brevedad con que han sido recogidos los datos respectivos.
NAUFRAGIO DEL UTOPIA. SIGUEN LOS DETALLES
No es posible
sustraerse a la imperiosa necesidad que impone las angustiosas circunstancias
en que nos encontramos, de ocuparnos con especial preferencia y en primer
término, del desastre incomparable ocurrido en el vapor inglés UTOPIA.
Trátase de uno de
esos sucesos que preocupan hondamente al público en general y que, para mayor
abundamiento tienen el triste privilegio de tener aquel en constante conmoción
ofreciendo a cada instante nuevas pruebas de su enormidad y de la inmensa
desgracia y desolación que ha producido.
Tan tristemente
afectado se encuentra el pueblo de Gibraltar, así como el vecindario de esta
localidad que nadie se ocupa de otra cosa, sobre todo en la inmediata plaza inglesa, que de averiguar
la suerte que ha cabido a cada uno de los náufragos salvados, las pérdidas de
familia que cada cual llora, número, calidad y circunstancias de los cadáveres
que poco a poco van encontrándose y de las medidas que van a adoptarse para
recoger la cifra aterradora de aquellos que aun yacen en las entrañas del buque
sumergido.
La inagotable
caridad del pueblo calpense se ha puesto a prueba de nuevo en esta tristísima
ocasión, y a fe que ha rayado a sin igual altura.
Sus autoridades han
mostrádose incansables por poner cuanto de su parte ha estado para favorecer a
los náufragos, y los funcionarios públicos de todos los órdenes han coadyuvado
a realizar tan nobles propósitos.
Una página negra ha
venido a interrumpir la serie de las que se han relatado hechos heroicos y de
caridad sublime, que han tenido lugar con motivo de la hecatombe espantosa del UTOPIA.
Esa página de
relato tristísimo y conmovedor, ofrécese en nuestra población: con vergüenza y
con el corazón transido de dolor lo decimos; pero a fuer de cronistas fieles y
cumpliendo con el deber que nos hemos impuestos de dar cuenta exacta a nuestros
lectores de todo cuanto se relacione con asunto tan interesantísimo, no podemos
omitir detalle alguno por triste que parezca y por mucho que sea el rubor que
cause a cuantos de buenos españoles se precien. Ya explicaremos el hecho que
nos inspiran estas líneas en otro lugar de este número.
SALVADOS
Tanto el oficial
del acorazado ANSON como un marinero
que se creyó habían perecido en el naufragio de la lancha a vapor que se
estrelló contra las rocas, después de haber salvado a muchos náufragos, han
resultado a bordo de su buque. A producido general constante esta noticia tanto
en Gibraltar como en la dotación de la escuadra, por considerarlos víctimas en
los primeros momento.
FALTA DE UN OFICIAL Y DOS MARINEROS
De la dotación del RODNEY faltan un oficial y dos
marineros, ignorándose la suerte que hayan corrido.
Cuéntase que el
oficial ante el cuadro desolador que estaba presenciando desde la cubierta de
su buque, y guiado por sus noble sentimientos, se arrojó al agua con el propósito
de favorecer a tanto desgraciado como luchaba con las embravecidas olas, sin
que haya vuelto a saberse de él.
También se ignora
el paradero de dos marineros de dicha dotación.
LOS BUZOS
En las primeras
horas de la mañana de ayer, los buzos de la escuadra inglesa y algunos de
Gibraltar, estuvieron reconociendo el lugar donde está sumergido el UTOPIA, con el propósito de extraer
algunos cadáveres, teniendo que desistir de su empeño por serles imposible
maniobrar a consecuencia de la turbieza de las aguas y fuerte marejada que
reinaba.
El UTOPIA está sobre una de las
amarras del ANSON la cual trataron
de sacar sin conseguirlo.
Este dato viene a
confirmar la manifestación que nos hizo el fogonero del vapor UTOPIA, de que la proa de dicho buque
estuvo media hora fuera del agua por estar sostenida por un cable del
acorazado.
La casa
consignataria ha contratado a los buzos Ferrary
y Barea para que se dediquen a la extracción de los cadáveres que existen
en el buque.
También salió ayer
mañana un pontón de la propiedad del Sr.
Fortunato, remolcado por el vapor RITA,
de la Compañía London Coal Company, con el fin de servir de auxilio a los buzos
para realizar sus trabajos, cuyo pontón ha quedado anclado próximo al lugar del
siniestro.
Se ignora si el UTOPIA estaba asegurado.
PARTE OFICIAL DEL SINIESTRO
En la mañana de
ayer entregó el Capitán del UTOPIA al Sr. Comandante de Marina del puerto de
Gibraltar, el parte circunstanciado del siniestro que tantas víctimas ha
producido.
Como nuestros
lectores comprenderán, dada la importancia de este asunto, sobre el cual
instruyen la correspondiente sumaria las autoridades inglesas, no es posible
adquirir ninguna noticia acerca de tan importantísimo documento sobre el que
mese guarda la mayor reserva en todos los centros oficiales.
SOCORROS
EL Gobierno
italiano telegrafió ayer extensamente al Sr. Cónsul de dicha nación en
Gibraltar, autorizándolo para que atienda sin limitación alguna al socorro de
los náufragos en cuanto las circunstancias lo exijan.
El Consul Sr. Bonelli, no se da
un momento de reposo desde que ocurrió el siniestro, procurando atender con la
mayor solicitud y cariño a los súbditos que representa, y prodigando a todos el
consuelo de que tan necesitados se encuentran en las tristísimos circunstancias
porque atraviesan.
Asimismo, el Sr. Bonelli espera el resultado de la
información abierta acerca de las causas de la catástrofe para si hubiera lugar
a ello, entablar las oportunas reclamaciones en obsequio de las víctimas y
exigir las responsabilidades que procedan.
REUNION POPULAR
Previo aviso
oficial de la Secretaría Colonial, se efectuó ayer en Gibraltar, a las dos de
la tarde, en el salón de bailes del Convento, residencia del Gobernador de la
Plaza, una importantísima reunión con el fin de adoptar la manera más
conveniente para socorrer a las numerosas víctimas del naufragio del UTOPIA.
A dicho acto
asistieron todas las autoridades, representantes extranjeros y cuanto de
notable existe en la población tanto en la banca como en el comercio y la
industria.
Todos se hallaron
animados de los mismos propósitos y todos a una convinieron en que ante tan
imprevista como terrible desgracia, era necesario que los auxilios fueran
instantáneos para mitigar un tanto la triste suerte de aquellos desgraciados.
Se acordó iniciar una suscripción pública para atender al
socorro de los náufragos, en la cual ingresaron los
fondos recaudados por las diversas suscripciones, de iniciativa particular,
empezada desde los primeros momentos.
Para el efecto se nombraron tres condiciones,
siendo su misión la siguiente:
1º para
recaudar los fondos; 2º para distribuirlos en la forma que se determine; y 3º para acordar de qué modo ha de efectuarse
dicha distribución.
A esta última comisión pertenecen los señores
cónsules de Italia y España.
Existe el buen
propósito entre algunos de los individuos de dichas comisiones, de que los
socorros se repartan teniendo en cuenta las mayores desgracias, es decir que se
atienda con preferencia y con mayor suma a las viudas y huérfanos, dejando para
último lugar a los cabezas de familia que se hallen en condiciones de trabajar
y proporcionarse los medios de subsistencia.
Unánimemente fue
aceptada la propuesta hecha por su Ilmº
el Sr. Obispo de Lystre, respecto a que sean también socorridas las
familias de los bravos marineros ingleses que han sucumbido victimas de su
heroísmo por acudir a la salvación de los náufragos.
OTRA SUSCRIPCION
Aun cuando los
vecinos de La Línea en su mayor parte han contribuido ya a las suscripciones
iniciadas en Gibraltar en los días anteriores, ayer se ha iniciado en la
localidad otra, con igual destino que a las que antes nos referimos, por
nuestros convecinos los Sres. Don
Abelardo Bisosa, don Miguel Barranco y don Antonio Paniagua.
MAS CADAVERES
A las nueve de la
mañana de ayer, arrojaron las aguas en la playa
del Espigón, frente a la fábrica de corchos, el cadáver de una mujer, como
de treinta a treinta y cinco años de edad, con síntomas de descomposición.
Poco después de
anochecido apareció en el mismo lugar el cadáver de un niña como de cuatro a
cinco años.
Dichos cadáveres
fueron conducidos inmediatamente al cementerio.
La mujer conservaba
pendientes de las orejas largos zarcillos y variados anillos en los dedos.
SEPELIO
Ayer a las dos de
la tarde tuvo lugar en Gibraltar el fúnebre acto de dar sepultura a dos
marineros de la dotación del buque de guerra inglés INMORTALITE.
Estos fueron George Thales y James Croton de 24 y 23
años respectivamente, que parecieron victimas de su arrojo, prestando
auxilio a los náufragos.
El acto fue una
verdadera manifestación de duelo a la que se asoció toda la población,
cerrándose los establecimientos y presenciando numeroso público el paso del
cortejo fúnebre.
Los inanimados
restos de estos intrépidos marineros fueron conducidos sobre dos armones que
arrastraba una sección de marineros. Sobre los lujosos féretros que iban
cubiertos con la bandera inglesa, se colocaron magnificas coronas de flores
naturales y artificiales, entre las que figuraban las donadas por el pueblo de
Gibraltar, como prueba de gratitud al heroísmo de dichas victimas.
La banda de música
del buque formaba parte del cortejo, así como una sección de marinería, otra de
infantería y gran numero de jefes y oficiales de marina.
En el acto de
estarse pronunciando la oración fúnebre al pié de la sepultura que había de
ocupar el George Thales, un primo y
compañero del finado fue acometido de un síncope, teniendo que ser retirado de
las filas por varios de sus compañeros que le prestaron los auxilios que requería.
Un hermano del
muerto, que también concurrió al sepelio, era objeto de las miradas y compasión
del público por el profundo dolor que demostraba y el copioso llanto que sin
cesar bañaba su rostro.
En el acto de
darles sepultura se hicieron por las tropas acompañantes las tres descargas de
ordenanzas.
RECONOCIMIENTO DE CADAVERES
Ya saben nuestros
lectores que el mismo miércoles fue reconocido por uno de los náufragos el
cadáver de su madre entre los que se encontraban en el cementerio de esta
villa.
Al medio día de
ayer, el Cansiller del Cónsul Italiano,
Sr. Franconi, acompañó a otros náufragos a este cementerio y obtuvo la
identificación de cinco cadáveres más. ¡Qué escenas tan terribles se presenciaron!
Dos niños pequeños,
cuyas circunstancia mas adelante reseñamos, fueron reconocidos por sus
infortunados padres. Una joven como de 16 a 18 años reconoció a su madre. Esta
joven dice que en el momento de chocar el UTOPIA
con el ANSON, hallábase sobre la
cubierta de aquel, y que fue tal la embestida, que por consecuencia de ella fue
arrojada violentamente al mar sin que pueda darse cuenta de cómo se salvara ni
por quién.
Obtenida la
identificación de los seis cadáveres de referencia y ya todos en estado de
descomposición, el dignísimo Sr. Juez de
Instrucción del Partido, don Vicente Payueta, que desde las primeras horas
de la mañana de ayer volvió a constituirse en esta Villa para proseguir el
curso de las diligencias judiciales y estar pronto a adoptar cuantas
disposiciones exijan las circunstancias inherentes a su misión judicial, ordenó
el sepelio de aquellos y dispuso que hoy tuviera lugar el de los restantes, y
para en el caso de que no se obtuviera antes su identificación, se les
despojase de las ropas exteriores para que queden depositadas y sirvan de
elementos para facilitar, si llega a ser posible, las identificaciones de las
victimas.
Procediose desde
luego a la recogida, reseña y numeración de dichas ropas.
Al desnudar uno de los sepultureros a uno de
los cadáveres se le encontró un chaleco elástico interior a raíz de las carnes,
una bolsita de cuero envuelta en un pedazo de tela y perfectamente atada con
hilo de seda. Abierta resultó tener cuatro monedas de oro, consistentes en dos
libras esterlinas, una de 20 francos belgas y otra italiana de 20 liras.
Hecho cargo de todo
el Conserje del Cementerio, lo envió
inmediatamente al Juzgado.
LA INHUMACION
Sin perder tiempo
se procedió a la inhumación de los seis cadáveres reconocidos, en la siguiente
forma:
Lucia Petrillo y Petrillo, de
setenta años de edad, reconocida por su hijo Colerusso, fue sepultada en un nicho con caja propia.
María Gracia Sebatini, de 45
años, reconocida por su hija, ha sido sepultada sin caja en la fosa común.
Carmine de Marco Resso, varón de
15 a 16 años, reconocido por varios náufragos, sepultado en la fosa común sin
caja.
Josefa Campra, reconocida como
el anterior, de sesenta años, en la fosa común y sin caja.
Donato Pugares, niño de tres
años, reconocido por su padre, con caja fue sepultado en la fosa común.
Santa Gensiti, niña de cinco
años, reconocida por su padre, fue sepultada en la fosa con caja.
Las dos cajas que
contienen los dos anteriores parvulitos y una más destinada a otro de los que
ayer continuaban insepultos, han sido
donadas por el señor Sanz.
Con destino a otros
cuatro párvulos, don Pedro Vazquez,
Conserje del Cementerio a donado un ataúd grande donde aquellos restos serán
encerrados.
El Sr. Vazquez ha prestado en estos días
grandes y valiosos servicios, y debido a ellos únicamente, nos hemos evitado el
aumento de las grandes vergüenzas sufridas con motivo de las escasas
disposiciones gubernativas adoptadas con referencia a los cadáveres depositados
en nuestro cementerio.
El Sr. Cónsul de Italia trató en los
primeros momentos de que se condujeran a Gibraltar los cadáveres recogidos en
nuestra playa; pero el señor Juez de Instrucción parece que hubo de
manifestarle que esto no podría tener lugar sin efectuarse previamente las
respectivas autopsias, y entonces el Sr.
Cónsul desistió de su empeño.
En cuanto a la
autorización superior para que se efectuara dicha traslación, no era motivo de
entorpecimiento alguno, pues nuestro Cónsul
en Gibraltar, Sr. Mediano, apoyado eficacísimamente por el Excmº Sr. Comandante General de Algeciras,
se ofreció a pedir telegráficamente dicha licencia del Excmº Ministro de la Gobernación y es seguro que se habría tenido
sin perdida de tiempo.
Para la inhumación
hoy en nuestro Cementerio del resto de
los cadáveres, se ha producido a la sepultura de una ancha y larga fosa de
unos tres metros de profundidad.
GIBRALTAR. PREPARATIVOS FUNEBRES
Desde ayer
trabájase allí con febril actividad, y sin descanso alguno, para la inhumación
digna y decorosa de las victimas encontradas dentro de la jurisdicción de
aquella Plaza.
Todos los gastos
que con tal motivo tienen lugar serán satisfechos por el Gobierno Colonial,
incluso el costo de los féretros mandados a construir para cada uno de los
veinte y nueve cadáveres que ha de dárseles sepultura.
En el Cementerio se
ha cavado durante el día de ayer una fosa inmensa, en la cual serán depositados
los inanimados restos de las desgraciadas victimas, la que no se cerrará por
completo mientras quepan en ella los demás despojos humanos que han de
extraerse del UTOPIA, y una vez que
hayan sido inhumados todos los cadáveres, está dispuesto a elevar sobre aquella
fosa un mausoleo que perpetúe la memoria de la horrible catástrofe, al par que
los nobles sentimientos del pueblo Calpense.
El Sr. Obispo de Lystra y Vicario Apostólico
de Gibraltar, que tan vivamente se ha impresionado de la catástrofe
horrible, y que tan activamente ha tomado parte también en el socorro de los
náufragos, pasó a las doce de la mañana de ayer acompañado del todo el Clero Católico al Cementerio y bendijo
el terreno donde han de ser enterrados los infieles náufragos.
CORTEJO FUNEBRE
Imponente y conmovedor
ha sido el acto de la traslación al Cementerio de los veinte y nueve cadáveres
recogidos por las autoridades de Gibraltar.
Hasta hoy a las
once no se ha llevado a cabo dicha inhumación, con el fin de procurar, en
cuanto ha sido posible, la identificación de los cadáveres, no habiéndose
podido obtener la de la totalidad de ellos.
La historia de Gibraltar no contiene catástrofe alguna, que ni por semejanza siquiera, pueda guardar la menor analogía
con la terrible desgracia que ahora ha presenciado, y menos dentro de su
recinto se ha producido acto alguno tan deprimente que tanto acongoje el ánimo
y que más abatimiento haya producido que el acto fúnebre hoy realizado.
Así será fácil de
comprender lo justificado que ha estado el duelo general de que ha dado
muestras la población entera, y la intensa parte que aquel vecindario ha tomado
en el profundo dolor, producido por las numerosas pérdidas de tantos seres
humanos.
Desde las nueve de
la mañana de hoy notábase inusitado movimiento en la población de Gibraltar.
Los
establecimientos y casas comerciales se cerraban, y el vecindario sin distinción
de clases, disponíase todo a concurrir al acto del sepelio de las victimas.
Desde las diez de
la mañana hacíase cada vez más imposible el tránsito por la calle Real, muy
especialmente desde la Parroquia de
Santa María la Coronada hasta los almacenes
contiguos a los Recrestions Rooms, en los cuales encontrábanse depositados
veinte y tres de los cadáveres que habían de ser conducidos al Cementerio.
Poco antes de las
once de la mañana, hora en que el clero católico había de salir de la parroquia,
dirigiéndose desde ella un sacerdote acompañado de un acólito a los baños de
hombres de Chateau Bay en los cuales
fueron recogidos seis cadáveres y depositados en dos carros del Gobierno,
dirigiéndose acto seguido a la explanada de la Puerta del Muelle, en cuyo lugar
aguardaron el entierro general para su incorporación al mismo.
Poco después de las
once el Sr. Obispo de Lystra,
acompañado de cuatro señores sacerdotes, un padre misionero, diferentes
acólitos, precedidos de la Cruz Parroquial y dos ciriales, dirigióse a los
almacenes a que antes nos referimos, a cuya puerta encontrábanse ya colocados
sobre seis carros los veinte y tres cadáveres antes mencionados. Cada cadáver
iba encerrado en su ataúd. El forro de los respectivos a los párvulos y jóvenes
era blanco, los demás todos negros.
Los féretros iban
cubiertos por banderas italianas e ingleses. Sobre el primer carro habíanse
colocado dos grandes coronas de flores naturales. En el segundo, colocose una corona,
otra en el tercero, ninguna en el cuarto y quinto, y una en el sexto. Tampoco tenían
coronas los dos carros que conducían los cadáveres recogidos en Chateau Bay.
A la llegada del
clero al punto de partida de la fúnebre comitiva, púsose esta en marcha en la
forma siguiente: Capitán de la Policía con uniforme de gala con varios
individuos del Cuerpo. La Cruz y clero parroquial presidido por S. I. el Sr.
Obispo. Cinco carros. A los costados de estos fúnebres vehículos iban en hilera
los náufragos salvados del siniestro. Detrás del quinto carro iban dos señoras,
también de las salvadas, con velas encendidas. Seguía el sexto carro. Detrás de
este iba el Sr. Cónsul de Italia de uniforme, seguido de los pocos tripulantes
del vapor UTOPIA, que han
sobrevivido a la hecatombe. Entre dichos tripulantes encontrábase el Capitán,
el segundo piloto, el médico y el mayordomo. Seguía detrás en representación
del pueblo calpense una concurrencia tan numerosa que es imposible de
describir. Baste repetir lo que ya hemos dicho, que entre las personas que en
traje de duelo seguían al cortejo fúnebre, y las que se hallaban presenciando
su paso por las calles que aquel ha recorrido se encontraba todo en masa el
vecindario de Gibraltar.
A pesar de ser tan
extraordinario el número de personas que en todas partes se hallaba aglomerada,
el silencio era sepulcral, tan solo interrumpido por el llanto amargo de las
señoras y de no pocos individuos del sexo fuerte que arrancaba la presencia tan
terrible como aterrador espectáculo.
Era imposible su
presencia sin conmoverse. No había medio de contener las lágrimas ante escenas
tan tristes, sabiéndose además, como se sabe, que aquello a pesar de su
enormidad era una parte muy pequeña de los funestos y aterradores resultados de
la horrible catástrofe del UTOPIA.
En la explanada de
la Puerta del Muelle uniéronse los dos carros que allí esperaban a la comitiva,
colocándose delante de los seis ya reseñados.
Desde la salida de
la población hasta el Cementerio continuó en igual forma todo el cortejo,
siendo por Puerta de Tierra tan intransitable su paso como lo había sido por
las calles que antes había recorrido.
A la puerta del
cementerio hallábanse esperando el cortejo fúnebre S. E. el Gobernador de la
Plaza, el Secretario Colonial, Almirante y Contra Almirante de la escuadra
inglesa del Canal, con la oficialidad de la misma, el Príncipe Comandante y
oficiales del buque de guerra sueco PREJA,
todos de gran uniforme.
El jefe de los
transportes oficiales de la plaza encontrábase también de uniforme y a caballo
en aquel sitio.
Una vez llegada la
comitiva a la puerta del Cementerio, revistiese de Pontifical el Sr. Obispo.
El Sr. Cónsul de Italia fue el primero que
penetró en el lúgubre recinto a donde habían de quedar para siempre sus
infortunados compatriotas. Después lo efectuó el clero.
Los féretros tenían
que ser transportados a hombros al interior del Cementerio. Quisieron sus compañeros
los náufragos sobrevivientes efectuar tan triste operación siendo imposible que
lo realizaran porque al intentarlo empezaron a desmayarse unos, a llorar amargamente
otros, y con tal motivo tuvo efecto un cuadro desgarrador y terrible que no es
posible describir.
Entonces los
vecinos de Gibraltar disputáronse ejercer aquellos actos caritativos y muy
pronto los féretros se encontraban en los hombros de las personas de todas
clases y categorías, entre las que se encontraban confundidos un oficial y
varios marineros del PREJA.
Una vez llegado el
cortejo al pié de la fosa, que media seis pies de fondo por seis de ancho y
unos setentas de largo, colocáronse los féretros a su borde, en primer término
los de los párvulos, y el Sr. Obispo entonó cuatro responsos aplicados, no solo
al descanso eterno de los que en aquel acto recibían sepultura, sino de los
cadáveres existentes en La Línea y
de los que se encuentran sepultado en el mar.
Diose
inmediatamente cristiana sepultura a todos los cadáveres dándose por terminado
el acto fúnebre, con un sentidísimo discurso pronunciado por el ilustre Cónsul
de Italia, dando las gracias al pueblo de Gibraltar, a la marina, autoridades,
clero y a cuantos han ejercido su caridad a favor de la salvación de las
victimas.
Hizo constar su
gratitud y en primer termino la del Gobierno que representa, por los servicios
prestados a sus súbditos, así como el recuerdo de simpatía y cariño que se ha
hecho digno el pueblo calpense por su caridad sin límites y nobles
sentimientos.
¡Dios haya acogido en su seno a los
fallecidos¡
TRABAJOS DE LOS BUZOS
Aun cuando el día
de hoy ha amanecido en mejores condiciones que los anteriores, ha reinado sin embargo
en bahía mucha marejada. A pesar de esto, desde las ocho de la mañana los buzos
no han cesado un momento en la faena, dolorosa por todos los conceptos, de
extraer cadáveres del interior del UTOPIA.
Hasta las cinco de
la tarde, hora en que han terminado las operaciones, habíanse extraído nueve
cadáveres varones y uno de mujer. Dicha extracción se ha obtenido de una de las
escotillas de pros, único lugar que ha podido registrarse.
En los baños
situados en Chateau Bay han quedado
depositados dichos cadáveres.
FALLECIDOS
Dos de los
náufragos que se hallaban albergados en hospital de Marina han fallecido ayer,
por consecuencia del estado delicado en que fueron salvados.
ARRESTO DEL CAPITAN DEL UTOPIA
Ayer tarde, a
ultima hora y por consecuencia de la investigación sumarial que se está
efectuando sobre las causas del siniestro por el Tribunal de Policía, el Sr.
Magistrado, presidente de dicho Tribunal, decretó auto de arresto contra el
Capitán del vapor náufrago.
Inmediatamente
llevóse a cabo el arresto, quedando más tarde en libertad, previa fianza
personal y metálica de veinte mil pesetas prestada por la casa consignataria.
INVESTIGACION JUDICIAL
Ante el Sr.
Magistrado de Policía de Gibraltar ha empezado el juicio de información de las
causas que originaron el naufragio del UTOPIA.
Han depuesto, el
día 18, varios testigos, entre ellos un cabo del real cuerpo de ingenieros, el
tercer ingeniero, un grumete, segundo mayordomo y el médico del UTOPIA.
Por el cabo de
ingenieros se presentaron en el Tribunal para su examen varios planos de las
posiciones que ocupaban los acorazados en la bahía la noche del siniestro.
Terminada la
anterior declaración, se solicitó del presidente, por el Capitán del UTOPIA, se suspendiese por varios
momentos la investigación, ínterin regresaba con un letrado que se hiciera
cargo de su defensa.
La sala denegó la
petición, continuando, por tanto, la investigación. El Capitán abandonó la Sala
regresando al poco tiempo acompañado del letrado Don A. M. Coll a cuyo cargo quedó la representación del Capitán,
sin que por este se prestara declaración, púes se reservó para darla en ocasión
oportuna, por consejo de su letrado. Esta práctica está autorizada por las
leyes inglesas.
Todos los
individuos de la dotación del UTOPIA
y que anteriormente, decimos, han declarado ante el Tribunal, están contestes
en manifestar que no traía avería alguna, que sintieron el choque, explican la consternación
y el pánico de los pasajeros y dan informe de los medios que obtuvieron de
salvación.
El médico Mr. Alejandro Sellar, ha manifestado
que tiene toda su confianza en el Capitán y no le cree culpable del hecho.
En este estado
diose por suspenso el acto, que fue reanudado el día 19.
DIA19
Ayer han
comparecido ante el tribunal un soldado de ingenieros, después un oficial de la
marina inglesa de la dotación del ANSON,
el cual se encontraba de guardia en dicho acorazado a la hora del siniestro.
Desde los primeros
momentos se expresaba perfectamente la ansiedad de que tanto los señores Jurados
como el público en general se hallaban poseídos por conocer los términos de la
declaración de aquel marino, pues se juzgaba cuanto dijera de suma importancia.
Próximamente una
hora estuvo declarando el oficial del ANSON,
examinando planos e indicando en los mismos la posición de los cruceros.
Una vez explicada
dicha posición del ANSON, RODNEY y la fragata sueca PREJA, procedió a hacer la descripción
de la entrada del UTOPIA y sitio en
que se colocó, haciendo constar que el UTOPIA,
llevaba la marcha natural para entrar en el puerto; dijo asimismo que el viento
que reinaba era S. O. No dirigió
cargo alguno contra el Capitán.
Hoy a las once han
vuelto a continuar el examen de testigos. Entre ellos ha sido examinado un cabo
de ingenieros, otro oficial del UTOPIA,
fogonero Trujillo, Dr. Turner y tres náufragos italianos,
los cuales aunque con ligeras alteraciones de detalles, vienen a manifestar lo
que los testigos de las dos secciones anteriores.
EN EL LUGAR DEL SINIESTRO
Con el fin de
obtener el número exacto de los cadáveres extraídos del UTOPIA nos dirigimos al lugar de la catástrofe en una lancha de las
que prestan el servicio de bahía.
Cuando llegamos a
tan triste paraje cesaba en su faena el buzo Francisco Moreno, español, que es el que ha llevado a cabo la
extracción cuyo número damos en otro lugar.
El corazón más duro
se conmueve al contemplar el buque náufrago, cuya obra muerta se encuentra a
flor de agua, viéndose muchas prendas de uso interior y exterior tendidas en
los hierros y cuerdas de la proa. El castillo de proa se ve casi al
descubierto. Todos los pescantes de los botes sobresalen bastante de las aguas.
La arboladura del buque y la chimenea se contemplan intactas.
Por la parte de
popa aun no se ha efectuado ningún
reconocimiento, a pesar de haberlo intentado ayer tres veces sin poderlo
conseguir por la mucha mar que había.
El bote que conduce
al buzo Francisco Moreno es de la
propiedad de don Victorio Ferrary así
como los aparatos, que los ha cedido graciosamente para fin tan humanitario.
La dotación la
componen Luis Robeño, Miguel Drago,
Antonio Figuera y José Rodriguez Vazquez, estos dos últimos encargados de
la máquina de aire.
Al costado del
buque se encontraban dos grandes lanchones de la escuadra que se dedicaban a la
extracción de la cadena del ANSON,
sin adelantar nada en sus trabajos.
Muchas han sido las
personas que han visitado hoy aquel paraje.
Por la popa del
vapor sumergido se ve al grandioso buque de guerra ANSON que parece una gigantesca montaña en cuyas faldas han perdido
la vida tantos seres.
Como hasta mañana
no se reanudan los trabajos nos retiramos de allí con el alma contristada al
pensar en las funestas consecuencias que ha tenido el siniestro.
El transporte de
los cadáveres se ha efectuado en una lancha remolcada por un vaporcito de la
Capitanía del puerto.
ULTIMA HORA. VARIAS NOTICIAS Y RECTIFICACIONES
Según los últimos
informes ya han aparecido los dos marinos que según en otro lugar decimos, se
ignoraban sus paraderos.
Continua sin
poderse averiguar la suerte que haya cabido al oficial de la dotación del ANSON y no del RODNEY como en principio se creyó.
Esta mañana ha
fondeado en la bahía de Gibraltar el vapor ASSYRIA,
de la misma compañía que el UTOPIA,
procedente de Glasgow y que esta tarde o mañana zarpará para Nápoles.
En dicho buque
serán reembarcados los náufragos salvados que deseen volver al punto de
partida. Los que deseen ser conducidos a Nueva York serán embarcados para aquel
punto en la semana próxima en otro vapor
perteneciente a la misma casa.
Una de las
determinaciones adoptadas con motivo de la reunión habida ayer en el Convento,
ha sido la de establecer en los glacis de Puerta
de Tierra, veinte tiendas de campaña en el sitio llamado Baño de las Mujeres, en las cuales han
sido recogidos cien náufragos.
Se ha colocado
además otra tienda con destino a cocina en la que se prepara la comida para
aquellos individuos.
EN EL CONSULADO AUSTRIACO
De los informes que
hemos obtenido en dicha dependencia oficial, debidos a la fina galantería del
Sr. Cónsul, resulta que en el UTOPIA
venían veinte y dos pasajeros de la
expresada nación, tomados en Fiume, de los cuales tan solo se sabe que se hayan
salvado trece, por más, que por los datos de la agencia consignataria
únicamente once son los que se dice haber escapado con vida del suceso…
EN EL CONSULADO NORTEAMERICANO
De dos pasajeros
norteamericanos que en la cámara de primera venían en el UTOPIA, se salvó uno, el Sr.
Guillermo J. Colbron, de Nueva York. El otro se supone que haya perecido, sin
que hasta ahora se haya encontrado el cadáver. Se llamaba Carlos G. Davis, de Boston, dedicado al comercio de banca.
Por parte del Sr.
Cónsul Norteamericano hemos sido objeto de toda clase de atenciones y
deferencias, demostrando ser un cumplido caballero y conocer por su especial
ilustración las consideraciones que la prensa se merece.
Nuestra gratitud y
reconocimiento.
Según los informes
de hoy del Sr. Cónsul Italiano, resultan salvados
hasta ahora 289 súbditos de su nación.
A las seis de esta
tarde ha llegado a nuestra noticia, por conducto que merece bastante crédito,
de que en Ceuta han aparecido 23
cadáveres y 13 en Tarifa.
Esta tarde han
estado muchos de los náufragos salvados reconociendo los diez cadáveres
depositados en los baños, no pudiendo ser ninguno identificado.
Solo si, todos a
una reconocieron el cadáver de la mujer, designándola por la que cantaba, único
dato que podían dar. Esta desgraciada, en los cinco días que llevaba de
navegación, fue el encanto de sus compañeros, pues en el momento en que la
invitaban se prestaba a cantar en compañía de un pasajero que iba provisto de
un acordeón. Ninguno sabe su nombre ni el pueblo de su naturaleza, pero sí que
venia acompañada de su esposo y dos hijos, de los cuales tampoco hay razón.
S. A. el Príncipe que manda el
buque sueco PREJA, tiene en su
poder, recogido de entre los náufragos que salvó la tripulación de dicho buque,
un precioso niño como de tres años, de tipo fino, que dice llamarse Pepino. No
da otros detalles. S. A. ha mostrado
deseos de adoptarlo si no aparece su familia.
Esta tarde se ha dado sepultura en este
Cementerio a todos los cadáveres, excepción del de la niña encontrada anoche. No
ha habido nuevas identificaciones. Los cadáveres yacen en la fosa común y sin
ataúdes.
21, marzo, 1891. DIVERSAS NOTICIAS
Durante todo el día
de hoy han estado trabajando nueve buzos de la escuadra inglesa y dos del
Puerto para extraer cadáveres del UTOPIA.
Es opinión de los
buzos que muchos cadáveres han sido arrastrados por las aguas a grandes
distancias, pues aquellos no se observan ya a bordo del vapor sumergido en el
gran número que se veían en los primeros reconocimientos practicados.
Hoy se han
encontrado varios cadáveres en el fondo del mar alrededor del UTOPIA. Hasta las cinco de la tarde se
habían extraído cuarenta y un cadáveres de hombres, mujeres y niños.
A los diez que
fueron extraídos durante el día de ayer se les ha dado hoy a las once de la
mañana cristiana sepultura en el Cementerio de Gibraltar. Mañana se hará lo
mismo con los traídos hoy a tierra.
Preocupa ya en
Gibraltar y no sin justificado motivo, el considerable número de cadáveres a
quienes parece haberse dado sepultura en aquel Cementerio, por el temor que
inspire la amenaza que pueda esto constituir a la salud pública. Hablase ya de
determinaciones especiales para en adelante, con el fin de evitar males.
A las once de la
mañana del día de hoy se han celebrado en la Iglesia Parroquial de Santa María
la Coronada, de Gibraltar, honras fúnebres por el eterno descanso de las
víctimas. Ha oficiado de Pontifical el Sr.
Obispo de Lystra. El templo se hallaba completamente lleno de una
distinguida concurrencia.
La suscripción
pública iniciada para el socorro de los náufragos alcanza ya una respetable
suma. Créese llegará a unas cuarenta mil
pesetas. El Gobernador de la Plaza recientemente nombrado General Sir Lothian Nicholson K. C. B.
ha telegrafiado desde Londres para que se le anote en dicha suscrición con
veinte libras. El Sr. Gobernador accidental contribuye con igual suma. La
mayoría de los banqueros de Gibraltar se han suscrito cada uno con cuarenta libras.
El lunes se
efectuará en Gibraltar por las principales partes de la compañía de opereta
italiana que viene actuando en el Teatro
Benstar, un concierto vocal e instrumental de escogidos trozos de las
óperas de más nombradía, cuyos productos íntegros se destinaran al propio
benéfico objeto de que nos venimos ocupando.
Anoche una de las
náufragas que se hallaban alejadas en el Sailors
Home, sufrió un aborto, encontrándose en delicado estado.
Esta tarde ha
recibido sepultura en el Cementerio de
esta Villa el cadáver de la niña últimamente encontrada en la playa del Espigón anteanoche sin
haber sido posible identificarla. La inhumación se ha efectuado en la fosa común
con caja propia filantrópicamente costeada
por los señores don Francisco de Grandy y don José M. Aguilera, Juez Municipal
y Secretario del Juzgado respectivamente.
Hemos sabido que
gracias a las activas disposiciones de dicho señor Grandy logrose en los primeros momentos de la consternación
pública que produjo la aparición en nuestra playa de los primeros veinte y dos cadáveres, el que estos se
retirasen de aquel sitio con alguna brevedad, pues sin contar con auxilio de
nadie en tan críticos momentos, tuvo que suplicar en la fábrica de corchos de
los señores Larios, que se sirvieran facilitar algunos carros, demanda que fue
inmediatamente atendida, y gracias a esto se evitaron más desagradables
escenas.
La suscripción
abierta entre este vecindario por nuestros estimados convecinos don Abelardo Visosa y Nuñez, don Antonio
Parra Gravina, don Miguel Barranco Monrbat, don Manuel de Lara y don Ramón
Casanova, para socorro de los náufragos, ha producido 560 pesetas y 10 céntimos.
Hoy se presentaron
dichos individuos en la Alcaldía para que por la misma se interviniera dicha
suscrición, no siendo atendidos en sus deseos por el Alcalde que manifestó ser
ajeno al asunto y no tener para qué intervenir en él.
Los interesados
pasaron a Gibraltar e hicieron entrega de dichos fondos al Sr. Cónsul Español,
para que por este funcionario se le de la aplicación que corresponda.
Esta tarde un
sepulturero de este Cementerio ha recorrido varios centros de esta población
solicitando le pusiesen varias conocidas personas sus firmas en un papel para
con ellas presentarse al Sr. Cónsul de Italia en solicitud de algún socorro por
los trabajos que ha efectuado con los cadáveres del UTOPIA. ¡Era lo que aun nos quedaba por ver! ¿Es todavía poco el sonrojo que
hemos sufrido? ¿Aun hemos de tolerar otros nuevos? ¡Señor Alcalde, por caridad,
evite tales sucesos, que nos avergüenzan!
DESPOJOS DEL UTOPIA. ULTIMOS DETALLES.
El sábado fueron extraídos
hasta noventa y seis cadáveres a los cuales se les dio ayer sepultura en el
Cementerio de Gibraltar.
Ayer domingo fueron extraídos 143 a los cuales se
les ha dado hoy sepultura en el Estrecho, en sacos embreados y con los
contrapesos correspondientes por considerarse ya contrarios a la higiene
pública su inhumación cerca del poblado. El Sr. Cónsul de Italia ha asistido a
este fúnebre acto.
El Gobierno de
Italia ha telegrafiado al Sr. Cónsul de dicha nación, contribuyendo con cinco
mil pesetas a la suscrición abierta en Gibraltar para el socorro de los
náufragos.
Ayer, como teníamos
anunciado, se han reembarcado para su regreso a Nápoles, en el vapor ASSYRIA, 135 náufragos.
Fueron a
despedirlos a bordo diferentes autoridades y personas notables de la localidad,
entre ellas el Ilustrisimo Sr. Obispo de
Lystra, Cónsul italiano, Obispo Evangélico, Presidente de la Comisión Sanitaria
Sr. Serfaty y otros, los cuales antes de partir el ASSYRIA, distribuyeron entre los desgraciados sobrevivientes de la
espantosa catástrofe del UTOPIA, siete mil pesetas con arreglo a las
necesidades y desgracias de cada uno.
Entre aquellos van
tres niños, el mayor de siete años, de los que se ha encargado el Capitán, para
ser entregados al Gobernador de Nápoles, pues se ignoran quienes sean y con el
fin de averiguar si les ha quedado en su patria familia alguna.
Al volver a tierra
la comisión que antes nos referimos, el Sr.
Obispo de Lystra, a pesar de la mala tarde que reinaba y de la abundante
lluvia que caía, fue en compañía de tres sacerdotes al Cementerio y rezó un
responso a los cadáveres cuya inhumación se estaba verificando.
Acompañole también
el Sr. Cónsul de Italia y el Canciller
del Consulado de Italia Sr. Franconi.
Hoy se ha
constituido en la Capitanía del Puerto el Tribunal de Investigación de la
Marina.
Lo componen los
individuos que siguen: Presidente,
Capitán interino del Puerto don Cavendish Boyle; Comandantes, Sr. Henry D.
Barry, del buque de guerra inglés
CURLEN; Mr. David L. Dickinson, del HOWE; Mr. George A. Board, del CAMPERDOWN. Perito
Oficial del Puerto don J. Spencer. Capitán
del vapor de la compañía del cable submarino. Un capitán de Marina Mercante. El Registrador del Tribunal
marítimo don J. Imossi. El Fiscal de
la Colonia Mr. R. F. Sheriff, en
representación de la Corona.
El letrado don A. N. Coll tiene a su cargo la
defensa del Capitán del UTOPIA y el
abogado Mr. G. F. Cornwell, en
representación de los dueños del buque.
OTRA VICTIMA
En la tarde del día
26, tuvo conocimiento el Juzgado, por parte dado por uno de los individuos del
cuerpo de carabineros que prestaban servicio en el sitio conocido por la Urca, cerca de Torre Carbonera, que la mar había arrojado en la playa de Levante
el cadáver de un hombre.
Inmediatamente pasó
a aquel sitio el Juzgado y procedió al reconocimiento y levantamiento del
cadáver, ordenando su traslación al Cementerio de esta Villa, en donde hoy se
le ha dado sepultura.
No habiéndose
podido obtener la identificación del referido cadáver, se deduce por la ropa
que vestía y principalmente por los zapatos, iguales a los usaban la mayoría de
los náufragos del UTOPIA, que se
trata de uno de aquellos desgraciados.
El cadáver ha
salido en completo estado de descomposición, con la nariz, boca y ojos roídos.
D. E. P.
NOTICIAS TRISTES
En la mañana de
ayer y al extraer un copo en la playa de poniente varios individuos encontraron
dentro de él el cadáver de una de las víctimas del UTOPIA,. Era de una joven como de unos diez y seis años. No ha
podido ser identificada y le fue dada sepultura en este Cementerio
inmediatamente, pues estaba en completo estado de descomposición.
Ni aquí ni en
Gibraltar, ni en ninguno de los pueblos del contorno es posible hacer comprar a
las familias pescado alguno. En todas las casas existe gran repugnancia en
estos días a dichos artículos, con lo que se está siguiendo grave perjuicio a
los infelices pescadores.
Entre los cadáveres
extraídos el sábado por los buzos de Gibraltar ha podido identificarse por los
papeles que llevaba encima por el reloj
y cadena, el del banquero americano Mr.
Davies, que venia en el UTOPIA
como pasajero de primera. El cadáver se ha depositado en un ataúd de plomo
mandado a construir por don Horacio
Sprague, Cónsul Americano, para trasladarlo a Nueva York, según los deseos
de la familia del finado.
El total de cadáveres recogidos del
naufragio, ascendían el sábado a cuatrocientos doce (412). Han perecido
quinientos sesenta y cuatro (564).
HECHO MERITORIO
Los señores don Abelardo Visosa, don Antonio Parra,
Gravina y demás individuos que se encargaron en esta Villa, en recolectar
fondos para socorro de los náufragos del UTOPIA,
y que como nuestros lectores saben, convinieron en aplicar la suma recogida en
erigir un mausoleo a los cadáveres sepultados en este Cementerio, teniendo en
cuenta que aquella suma no era lo bastante para realizar dignamente aquel
objeto, la han depositado en poder del digno Sr. Cónsul de Italia en Gibraltar,
con objeto de que de este impetre de su Gobierno algunos fondos con el propio
objeto y que de este modo el mausoleo que se levante para perpetuar aquí la
memoria de tan terrible hecatombe, reúna las importantes condiciones que aquel
hecho requiere.
El Sr. Bonelli ha aceptado
gustosísimo el encargo de nuestros muy estimados compañeros y convecinos
dirigiendo a los mismos la laudatoria carta que a continuación copiamos:
CONSOLATO D’ITALIA
IN
GIBILTERRA
Prot. Cenle. Nº 123
Gibraltar, 2 de abril, 1891
Señores
don Abelardo Visosa, don Ramón Casanova, don Antonio Parra, don Miguel Barranco
y don Manuel Lara, a la Línea de la Concepción.
Ilustrísimos señores:
Tengo el honor
de acusar a ustedes recibo de la suma de 563 pesetas y 10 céntimos, que, debido
a la noble iniciativa y a la incansable actividad de ustedes, se pudo recoger
entre los ciudadanos de todas clases de La Línea de la Concepción, con el santo
fin de levantar un modesto monumento sobre la tumba de mis infelices
ciudadanos, víctimas del horrible naufragio del vapor UTOPIA, que fueron
enterrados en el Cementerio de La Línea de la Concepción.
Tengo también
el deber de expresar a ustedes y a todas aquellas personas caritativas que
contribuyeron a la suscrición arriba mencionada, mi más vivo sentimiento de
gratitud y las gracias del Gobierno de S. M. el Rey de Italia, que tengo el
honor de representar, asegurando al generoso pueblo de La Línea de la
Concepción que nunca podré olvidar su santa y noble acción.
De
ustedes S. S. Q. S. N .B.
E. Bonelli
Cónsul de Italia.
8, abril, 1891
OTRA VICTIMA
En la playa de
levante frente a la Sierra Carbonera,
ha aparecido en la mañana de hoy, el cadáver de un hombre en completo estado de
descomposición, con la cabeza y varias partes del cuerpo carcomidas.
Créese sea un
desgraciado de los náufragos del UTOPIA.
LUGUBRE HALLAZGO
Al ir a abrir unos
pescadores de un pueblo de la costa, un rape, hallaron dentro una mano de un
niño que se supone pertenecería a
algunas de las infelices victimas del vapor UTOPIA.
Horrorizados por
este hallazgo, devolvieron al mar el rape, determinando, según se nos asegura,
suspender la pesca de este sabroso y voraz pescado, hasta tanto que transcurra
algún tiempo.
Esta noticia viene
a confirmar los legítimos escrúpulos que existen en los pueblos de esta
comarca.
DIGNOS DE COMPASION
En Gibraltar se ha
abierto una suscripción a favor de los infelices pescadores que tan aflictiva
crisis vienen atravesando.
Ha sido iniciada
por el Mayor General Newdigate, el
Obispo de Lystra, el Secretario Colonial y don W. J. S. Smith. Este señor y el
Ilustrísimo señor Vicario Apostólico se encargaran de recibir las
suscriciones.
RECUERDOS TRISTES.
23, abril, 1891 De los dos marineros del INMORTALITE que sucumbieron en la noche del naufragio del UTOPIA uno era casado y su mujer se
encuentra próxima a dar a luz. El otro era soltero y aunque atendía a las
necesidades de sus padres, ya ancianos, estos tienen otros hijos que pueden
ayudarlos.
El comandante del INMORTALITE se propone en vista de
estas circunstancias entregar mayor parte de lo recaudado a la viuda que a los
padres del otro marino.
Las partidas de
soldados dedicadas a recoger las víctimas del UTOPIA terminaron ayer su tarea.
29, abril, 1891
OTRO CADAVER
En la mañana de
ayer fue encontrado cerca del muelle Nuevo, por la lancha a vapor de la Capitanía
del Puerto, de Gibraltar, un cadáver de los náufragos del UTOPIA.
BUENA SUBVENCION
El Ministro inglés
de las Colonias ha decidido que se gratifique con 200 pesetas a cada uno de los individuos que en Gibraltar formaron
parte del segundo jurado que entendió en la muerte de las víctimas del UTOPIA.
Al Sr. Magistrado de Policía se le han
consignado 250 libras esterlinas y
al Sr. Dr. Duke 160 por los
servicios prestados en el mismo asunto.