Capítulo 23
ESPAÑA EN EL RIFF.
¡¡VIVA LA LINEA!!
MARCHA DE FUERZAS. Como teníamos
anunciado, hoy han salido de esta Villa con dirección a Algeciras, donde
embarcarán esta tarde para Melilla, las dos Compañías del Regimiento de la
Reina que guarnecen esta población.
Difícil nos es trasladar al papel la reseña
exacta del acto grandioso y conmovedor que ha realizado hoy el pueblo entero de
La Línea para despedir al puñado de valientes que mañana a estas horas habrán
hecho ya comprender a los riffeños el heroico empuje de las armas españolas que
les están confiadas.
LA
NOTICIA. Eran más de las ocho de la mañana cuando llegó la noticia para que
se pusieran en marcha las fuerzas; fijándose por la autoridad militar como hora
de partida la diez de la mañana.
En el acto que de ello tuvo conocimiento el
señor Alcalde, hizo pública la siguiente alocución que se repartió
profundamente entre todo el vecindario.
“LINENSES”:
Los soldados del Regimiento de la Reina que
guarnecen esta población, salen con dirección a Algeciras para de allí partir
para Melilla.
Van a pelear con los riffeños y a salvar la
honra nacional.
La salida tendrá lugar a las diez de la
mañana de hoy.
Todos los pueblos están despidiendo a
nuestros valientes soldados con el entusiasmo que inspira en todos los nobles
corazones el sentimiento del honor patrio.
No dudo que los leales vecinos de La Línea
demostrarán en esta ocasión su acendrado patriotismo e hidalguía y harán a los
valientes soldados que de aquí parten para la guerra, la cariñosísima despedida
de que son dignos los hijos de la Patria que van con todo entusiasmo a pelear
por ella.
Confiado en ello os espera, media hora
antes de la salida de las tropas, frente al Cuartel de Infantería vuestro
Alcalde.
Agustín Acedo del Olmo.
La Línea de la Concepción 31 de octubre de 1893.
EL
PUEBLO. La explosión de entusiasmo que en el pueblo se produjo al conocer
la noticia de la salida de las tropas, fue indescriptible.
La población entera se puso
instantáneamente en movimiento, dirigiéndose a la Explanada del Cuartel en
avalancha enorme, en unión de las Autoridades de todos los órdenes.
EN EL CUARTEL. Daba guardia fuerza de artillería llegada esta misma mañana,
procedente de la guarnición de Ceuta.
Dentro del cuartel todo era movimiento, animación
y alegría.
En el patio veíanse a los soldados
dispuestos para la marcha, con los rostros llenos de júbilo, retrato fiel del
entusiasmo patriótico que en su pecho abriga el noble soldado español.
La valiente oficialidad de este puñado de
bravos mostrábanse igualmente regocijada, de un lado para otro, dando las
últimas órdenes para emprender la marcha cuanto antes.
El pueblo, que se apiñaba en la puerta, no podía
ser contenido por la fuerza de la guardia, y se dio orden para dejar libre la entrada en el cuartel.
Precipitose la gente dentro de dicho edificio, dando vivas entusiastas, y
conduciendo multitud de banderas nacionales en las que se leían los lemas de ¡Viva España! ¡Viva el Ejército! ¡Mueran
los Riffeños! Y otros muchos a cual más patrióticos y entusiastas.
Penetraron en el patio, donde se repitieron
los “vivas” y se hicieron las mayores demostraciones de cariño y de entusiasmo
hacia la tropa.
La banda de música del pueblo completaba el
animado e inerrable cuadro tocando alegres paso-dobles nacionales, aumentando
la emoción y la alegría entre los miles patriotas españoles que allí se
encontraban apiñados confundiéndose cariñosamente la tropa y el pueblo.
OBSEQUIO
A LOS SOLDADOS. Previa la venia de la Autoridad militar, el Sr. Alcalde
repartió a los soldados en nombre del Ayuntamiento, cajetillas de cigarros
puros, dulces y copas de vino amontillado.
A la vez se les repartió por señores Ramírez,
vino para el camino llenándole al efecto a cada soldado la bota de campaña de
que van provistos.
A nombre de los señores Pérez y laguillo y García del Rivero de este comercio, se
entregó a cada soldado cincuenta céntimos de peseta.
Los operarios de la Fábrica de corcho que
para el efecto habían hecho entre ellos una suscripción, dieron a cada soldado
una peseta.
GRATITUD
DE LA TROPA. Mientras duró el reparto de los obsequios antes expresados,
los soldados mostráronse emocionados y sumamente agradecidos, dando diferentes
vivas al pueblo de La Línea y a su noble vecindario.
ESCAPULARIOS. El Sr. Cura
Párroco Don Antonio Hernández del Puerto,
repartió a los oficiales y soldados un escapulario a cada uno, del Sagrado
Corazón de Jesús y de Nuestra Señora del Carmen, cuyo acto conmovió a la tropa
y al público.
DESPEDIDA A LOS OFICIALES. Formada ya la tropa en el patio, esperaron
solamente la voz de marcha, tocose llamada de oficiales, pasando estos al
cuarto de banderas, donde fueron obsequiados con dulces, pastas y cigarros por
parte del Ayuntamiento y exquisito Jerez, regalo de los señores Ramírez.
Los distinguidos oficiales que tantas
afecciones y cariñosos recuerdos dejan en esta población, son los siguientes:
Comandante, don Carlos Mateos. Capitanes, Don
Antonio Parra y Don Ramón Rubio.
Primeros Tenientes, Don José Fernández,
Don Antonio Lehenkur y Don Antonio López.
Además se encontraban también en el cuarto
de banderas los señores Comandante Militar,
Alcalde, Concejales, y Secretario del Ayuntamiento, Curas Párroco y Castrenses,
y Tenientes de la Parroquia, Jueces
Municipales –propietario y suplente-, Fiscal Municipal, representantes de la prensa, Jefes y
Oficiales de distintas armas, y multitud de personas importantes de la
población en número tan extraordinario, que a pesar de lo espacioso del local
se hacia difícil poderse mover.
SALIDA
DEL CUARTEL. Diose la voz de marcha y la tropa se puso en movimiento.
Al aparecer en la puerta del cuartel los
primeros soldados, el entusiasmo rayó en delirio. Oíanse sin cesar vivas y
exclamaciones patrióticas. La música entona el paso-doble de Cádiz y la
multitud aplaude y redobla sus aclamaciones.
Las azoteas, balcones y ventanas están
atestadas de gente y en la calle se hace imposible dar un paso.
Los soldados a duras penas pueden marchar,
apretados por la muchedumbre y avanzan muy despacio.
De todas partes son saludados y despedidos
con entusiasmo y cariño.
Las campanas repican sin cesar y la manifestación
va engrosando a medida que la fuerza avanza.
Las calles recorridas por la tropa, han
sido las de Cuartel, Explanada, Plaza de
Alfonso XII, Libertad, Plaza de la Iglesia y Méndez Núñez hasta la salida
de la población.
En la playa del Espigón fueron despedidos
por las Autoridades, continuando al lado de la tropa la mayoría de los
manifestantes hasta más de la mitad del camino de Algeciras, y muchos de ellos
hasta aquella misma ciudad.
NUESTRO
ADIOS. Con todo el entusiasmo que el amor de esta bendita patria nos
inspira, enviamos nuestra cariñosa despedida al puñado de valientes que marchan
a pelear al África en defensa del honor de España ultrajado, y a vengar a
nuestros hermanos sacrificados por las hordas salvajes del Riff.
Deseándoles una completísima victoria que
haga imperecedero sus nombres en los fastos del heroísmo español.
El noble pueblo de La Línea, inspirándose
en estos mismos sacrosantos ideales, ha dado una prueba indeleble de su acendrado
patriotismo con la imponente y entusiasta manifestación de hoy, mereciendo por
ello general aplauso.
Recíbalo, pues con orgullo y muéstrese
siempre así, honrado y noble, defendiendo con el mismo entusiasmo el honor de
la Patria.
¡VIVA ESPAÑA!
¡VIVA LA LINEA!